Fernando Alvarado, secretario de Comunicación de Carondelet, recurrió a la descalificación en su primera respuesta al columnista Pablo Lucio Paredes, quien el domingo le había preguntado cómo puede ser reparado por los insultos del presidente Rafael Correa en su contra.
En esencia, Alvarado descalificó a Paredes y dijo que él no es un analista económico. Lo catalogó como un actor político, que supuestamente se ha dedicado a desprestigiar al Gobierno. “ (…) Desde hace rato, don Pablo Lucio se subió a la arena política, defraudando la verdad, el rigor académico del análisis, y atacando sin argumentos la reputación del Gobierno, del Presidente, del movimiento País, etcétera”, señaló en una carta de su blog. Y, en tono burlón, agregó: “Pobrecito, ha sido maltratado y quiere derecho a la réplica”. Así, dio a entender que Lucio no tiene derecho a pedir a la réplica. Pero en su carta, Alvarado no responde la principal inquietud de Lucio Paredes: cómo podía defender su honra luego de que el Gobierno, en varias cadenas, dijo que había sido cómplice de una conspiración que, supuestamente, degeneró en el 30-S.