En el entorno del presidente Guillermo Lasso cada vez son menos los perfiles que llegaron desde el inicio de la gestión. En medio de su peor crisis política, el comercio exterior aparece como el único frente en el que aún no tiene complicaciones.
Los cuestionamientos en seguridad, el juicio político y las denuncias de supuesta corrupción en empresas públicas parecen no interferir con el avance de los acuerdos comerciales.
El ministro de Comercio Exterior, Julio José Prado, es una de las pocas figuras que, desde mayo del 2021, se mantiene en el cargo. No solo eso, sino que se ha mantenido al margen de la disputa política que envuelve al Ejecutivo.
Está previsto que Prado viaje a China para firmar el acuerdo comercial. Cuando eso ocurra, Ecuador será el cuarto país de América Latina que tenga ese tipo de acuerdo con el gigante asiático.
En ese marco, el ministro le dijo a la Agencia de Noticias EFE que el país no puede dejar de comerciar con China ni con Estados Unidos. Esto lo afirma ante la interrogante sobre si ha recibido o no presiones de EE.UU o China para frenar negociaciones.
Pero el acuerdo con China es uno de los 20 que este Gobierno se planteó firmar durante su mandato. Hasta el momento se ha logrado concretarlos también con Costa Rica y Corea del Sur, según lo ha manifestado el mismo Prado.
Este trabajo se ha hecho en conjunto entre el Ministerio de Producción y la Cancillería. En este última, ya se registró una baja. El excanciller Juan Carlos Holguín salió del Gabinete y en su lugar asumió Gustavo Manrique.
En su posesión, el pasado 2 de abril, Manrique destacó que hay acercamientos con otros países como Australia, Canadá México, Israel y Estados Unidos. Sin embargo, con este último, concretar un Tratado de Libre Comercio no ha sido tan sencillo.
Para Santiago Carranco, director del Laboratorio de Relaciones Internacionales de la UIDE, este tipo de acuerdos avanzan independiente de la situación política de los países.
Para explicarlo utiliza el concepto de “plato de espagueti”. Esto quiere decir que, si se observa las líneas de comercio mundial, se puede notar como está conectado todo el mundo y esa imagen se asemeja a ese plato de tallarines.
Este fenómeno cobró fuerza desde el 2000 y, según Carranco, Ecuador está entrando recién en esa dinámica. Entonces, este tipo de acuerdos avanzan independientemente de situaciones puntuales de cada país porque los acuerdos permiten el comercio, ante el estancamiento de entidades como la misma Organización Mundial del Comercio (OMS).
Para Natalia Encalada, docente coordinadora de la Universidad Internacional del Ecuador, el afán por la firma de acuerdos también tiene que ver con la reactivación tras la pandemia por el covid-19. En ese sentido, apunta que sí hay un trabajo destacable por parte del Ministerio de Producción.
La experta en Relaciones Internacionales dice que se puede observar que el Gobierno echa mano de esos logros para intentar mejorar la imagen, teniendo en cuenta la crisis política actual.
Las inversiones en riesgo
Si bien los acuerdos continúan su proceso, Carranco dice que un área en la que puede existir afectación es en la inversión internacional. Esto debido a la situación política.
El mismo Pardo le dijo a EFE que hay inversionistas extranjeros que están a la espera de lo que ocurra con el juicio político en la Asamblea. También dijo que el Riesgo País es otro factor en el que ha incidido la crisis que enfrenta el Gobierno.
Aunque no hay luces sobre un eventual tratado de libre comercio con EE.UU., el Ecuador aspira a otro tipo de acuerdos en materia de comercio. Sin embargo, en el país del norte ya hay voces de congresistas que cuestionan la relación de EE.UU. con el Gobierno de Lasso.
Esos cuestionamientos están ligados a las actuales acusaciones sobre posibles casos de corrupción. En una carta enviada al presidente Joe Biden, los congresistas Raúl Grijalva, Henry Johnson Jr., Jesús García, Juan Vargas y Eleanor Holmes piden que inicie una “pronta investigación” sobre los orígenes de activos que mantiene Lasso y su cuñado Danilo Carrera, en EE.UU.
La meta de los 20 acuerdos
En este escenario, Encalada cuestiona el que el Gobierno haya acelerado la firma de los acuerdos. Recuerda que un acuerdo de libre comercio no es algo que se pueda firmar de la noche a la mañana.
Dice que si bien se han logrado concretar las negociaciones, como por ejemplo con Costa Rica, los procesos han sido forzados. “No ha existido la suficiente socialización. Si bien han participado los empresarios sí se hubiese querido que estén también otros sectores sociales”.
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