Ecuador persiste en mantener posturas aisladas en temas polémicos que se tratan en la Organización de Estados Americanos (OEA).
El último episodio en esa línea se registró el martes en Washington, cuando fue el único país que se opuso a que los cancilleres del hemisferio analicen el posible retorno de la OEA a la agrupación.
Aunque el canciller Ricardo Patiño insiste en señalar que el país centroamericano no cumple con las condiciones para su regreso al organismo, en la práctica esa postura está huérfana de apoyos.
Ni siquiera los países miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba), aliados naturales del gobierno de Rafael Correa, mantienen la postura de evitar que el gobierno hondureño de Porfirio Lobo sea reconocido.
Al contrario, el propio presidente venezolano Hugo Chávez, líder de la Alba, emprendió la mediación para que Honduras vuelva a la OEA y el ex mandatario Manuel Zelaya regrese a su país.
Ese proceso comenzó el 9 de abril en Cartagena, con la participación del mandatario colombiano Juan Manuel Santos. El epílogo de la mediación se concretó el domingo pasado en Colombia, cuando Lobo y Zelaya suscribieron el acuerdo que permite terminar con la crisis política hondureña, desatada con el golpe de Estado del 2009.
Ese día, Zelaya calificó como “histórico” el entendimiento, pues a su juicio permitirá“la reconciliación” por la democracia hondureña. “Son buenas noticias para las democracias de América Latina”, agregó.
De ahí que, a criterio de diplomáticos y analistas, la oposición ecuatoriana a que Honduras sea parte de nuevo de la OEA queda “descolgada” en el hemisferio.
“El Ecuador se ha aislado. Todo indica que en la OEA están dadas las condiciones para que el tema de Honduras se normalice”. Ese es el criterio del ex vicanciller Marcelo Fernández de Córdoba, quien advierte que los propios actores hondureños han logrado acuerdos para superar la crisis.
“Nos alejamos de nuestros aliados tradicionales (EE.UU.) y hasta de los países de la Alba”, subraya el diplomático de carrera.
No solo Estados Unidos y los países del Alba ven con buenos ojos que Honduras se siente nuevamente en la OEA. La presidenta brasileña Dilma Rousseff se regocijó por la noticia y felicitó a Chávez por su actuación.
Del mismo modo se pronunció ayer España, a través de Trinidad Jiménez, ministra de Asuntos Exteriores. “ Me alegro y me produce una gran satisfacción que haya un acuerdo, que Zelaya pueda regresar y que, por tanto, Honduras se pueda reincorporar al escenario de A. Latina y pueda volver a la OEA y al resto de mecanismos de integración regional como puede ser la cumbre Iberoamericana”.
En ese escenario, en que la globalidad de países apoya el retorno de Honduras, el ex embajador en Londres, Mauricio Gándara, solo encuentra una explicación.
En su opinión, esta postura del Ecuador parece anclada a un factor de política interna: la asonada del 30 de septiembre (30-S), que el gobierno de Correa califica como intentona de golpe de Estado.
“La postura en la OEA luce como parte de su discurso sobre el 30-S, que señala que ni militares ni policías puedan atentar contra el Presidente y que deben ser castigados”, indica Gándara.
De hecho, ayer, Rafael Correa dijo que solo apoyará el regreso de Honduras “si se cumple con sancionar a quienes provocaron el golpe de Estado en ese país”.
Esta no es la primera vez que una posición de Ecuador luce solitaria en el seno de la OEA. En noviembre del 2010 fue uno de los tres países que se abstuvo de apoyar la moción sobre el ‘impasse’ entre Nicaragua y Costa Rica.
En esa ocasión la OEA solicitó que los militares nicaragüenses se retiren de la zona en disputa, pero la representante ecuatoriana María Isabel Salvador votó en contra.
Zelaya regresará mañana
El ex presidente Manuel Zelaya retornará a Honduras mañana, tras 16 meses de exilio después de ser derrocado por un golpe de Estado militar en el 2009.
Sus seguidores, aglutinados en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), preparan una bienvenida multitudinaria para ‘Mel’, un liberal que dio un giro a la izquierda para alinearse con el Alba de Hugo Chávez.
“Habrá una gran movilización del recibimiento”, dijo Rasel Tomé, un asesor del ex Mandatario. El presidente Porfirio Lobo gestionó su regreso, para lo cual convenció a la Justicia de que cerrara los juicios contra Zelaya, porque su retorno era esencial para que Honduras sea readmitida en la Organización de Estados Americanos (OEA), que se realizará la próxima semana.
De hecho, José Miguel Insulza, secretario general del organismo regional, estimó ayer que hay un “buen ambiente” para el regreso de Honduras al foro. “Tendría que pasar algo muy excepcional para que eso cambiara. El ambiente es muy bueno, casi todos los países están de acuerdo”. La cita de cancilleres será el miércoles. AFP
Las razones de Patiño
El canciller Ricardo Patiño explicó que la oposición del país se debe a “tres aspectos pendientes” en Honduras.
Critica la forma en que Manuel Zelaya regresa a su país, la falta de información de la situación de los derechos humanos y de los responsables del golpe de Estado de 2009.
En julio, quiso evitar que se incluya en el Consejo Permanente la denuncia de Colombia de presencia de las FARC en Venezuela.