Son las cinco de la tarde del jueves 12 de enero del 2023 y el sol comienza a dar una tregua en Durán. Este momento es aprovechado por uno de los 12 candidatos para la Alcaldía de este cantón, vecino a Guayaquil, para iniciar un recorrido.
El hombre camina por las calles de tierra de la Cooperativa de la Policía Nacional, lo acompañan unas 20 personas que agitan banderas y vitorean al candidato. Desde un pequeño camión unos parlantes anuncian el nombre del político e invita a los vecinos a saludarlo.
Por la algarabía, salen un par de vecinas. El candidato las saluda, les pide el voto y sus simpatizantes le regalan banderas del movimiento político que respalda esa candidatura.
No salen más vecinos y la gente que camina no se detiene a escuchar al candidato. El recorrido se paraliza apenas a 15 minutos de haber iniciado. El parlante se apaga, las personas que agitaban banderas se suben al camioncito; el candidato, a uno de los dos vehículos todoterreno que lo acompaña y se van del lugar.
Otro candidato visitó el lugar el lunes 9 de enero. Antes de la llegada del político, personas de su candidatura contactaron a los líderes barriales y pidieron la reunión. Las mismas personas del barrio se encargaron de convocar a los vecinos y hasta facilitaron la sede social.
Cuando se congregaron unos 50 residentes, el candidato llegó. Pocas personas lo acompañaban, no había camiones con música ni personas agitando banderas. En una reunión ejecutiva expuso su plan de trabajo, escuchó los pedidos de los vecinos, pidió el voto, se tomó fotos y se fue.
A pocas cuadras del lugar le esperaba su maquinaria electoral para un recorrido. Ahí sí había un camión de perifoneo equipado con pantallas led, tenía un cuerpo de baile que ensayaba una coreografía con la canción de campaña y varias personas agitando banderas y coreando su nombre.
La infraestructura hace la diferencia
Uno de los candidatos a la Alcaldía de Guayaquil tenía previsto visitar el suburbio de Guayaquil el miércoles 11 de enero. Una hora y media antes de la convocatoria comenzaron a llegar al punto de partida zanqueros y percusionistas. En medio de bromas y consumiendo pan con gaseosa, comenzaron a maquillarse y a alistar sus zancos. Los músicos ensayaban la percusión.
Poco a poco se congregaron los candidatos a concejales, cada uno en su vehículo repleto de propaganda del aspirante a la Alcaldía. Algunos llegaban en minicaravanas de dos o tres autos y también traían a la gente que los acompañaba.
No faltó a la cita el camión de perifoneo. Con sus potentes parlantes anunciaba que en pocos momentos estará en el lugar el candidato y motivaba a los vecinos a acompañar la caravana.
Cuando era inminente la llegada del aspirante al sillón de Olmedo, en el lugar había unos 20 autos y por lo menos unas 200 personas. Los zanqueros bailaban y saltaban al ritmo de los tambores. Los vecinos salieron de sus casas para ver el espectáculo y los conductores se molestaban por la cantidad de tráfico que se formó en la zona.
La experiencia, los recursos y la infraestructura partidista marcan la diferencia en la campaña electoral de las elecciones seccionales del próximo 5 de febrero, en las que se elegirán 5 667 nuevas dignidades.
Los candidatos más experimentados, que cuenten con la infraestructura de un partido político y los contactos en los barrios, tendrán más opciones de difundir sus mensaje que aquellos que dan sus primeros pasos en el arte de pedir el voto.
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