La embajadora del Ecuador en Gran Bretaña, Ana Albán, debía arribar la noche de ayer al país para analizar con el Gobierno el pedido de asilo político solicitado por Julián Assange.
Esto, luego de que el presidente Rafael Correa la llamó a consulta. Durante su estancia en Ecuador, Albán hablará con funcionarios de Cancillería y con el Presidente para informarle sobre el caso.
Albán fue ministra del Ambiente durante el gobierno de Correa y el de Alfredo Palacio. Fue censurada por el Congreso Nacional, acusada de negligencia especialmente en el tema Galápagos. Ahora, esta funcionaria vuelve a estar en el ojo público. Hasta ayer, la Cancillería evitó pronunciarse al respecto.
Mientras, Suecia confirmó haber explicado al Embajador de Estocolmo, el funcionamiento de su sistema judicial. La legislación europea no contempla la figura del asilo político como se la conoce en América Latina.
El ex vicecanciller Marcelo Fernández de Córdova dice que no existe un plazo para la permanencia de Albán en el país. Comentó que lo prudente es que su visita dure pocos días, pues una estancia prolongada podría evidenciar una situación preocupante.
El ex embajador Francisco Carrión prefirió no profundizar en el tema porque dijo no saber si el presidente Correa simplemente convocó a Albán para que informe sobre el caso Assange o si le pidió que retornara a Ecuador bajo la figura del derecho diplomático de ‘llamado en consulta’, que implicaría una manifestación de incomodidad en su relación con el Gobierno británico.