Redacción Guayaquil
Los comerciantes informales tuvieron ayer un nuevo tropiezo con la Policía Metropolitana de Guayaquil.
Cerca de las 11:00, un grupo de 10 dirigentes de los vendedores ambulantes llegó hasta la Plaza de la Administración (centro), para entregar un proyecto en la Alcaldía.
Sin embargo, los uniformados les impidieron llegar hasta el Palacio Municipal, por lo que se registró un nuevo enfrentamiento. “Nos tiraron gases y nos cayeron a patadas”, denunció Elizabeth Palacios, una dirigente.
En el enfrentamiento también participó la Policía Nacional. Los gendarmes lanzaron bombas lacrimógenas para minimizar el conflicto, pero esto causó congestionamiento vehicular en las calles Malecón, Aguirre, 10 de Agosto y Pichincha.
Los comerciantes esperaban entregar al alcalde Jaime Nebot un proyecto elaborado en conjunto con la Corporación Financiera Nacional y con la Gobernación. Los dirigentes explicaron que existe un plan de créditos para construir módulos a lo largo de la calle Pío Montúfar.
“Los permisos solo los da el Municipio y, por eso, queríamos tener una reunión para plantear este proyecto, pero ni siquiera nos escuchan”, señaló Palacios.
Este nuevo roce se da un mes después de una supuesta tregua entre los informales y el Cabildo. Incluso, la semana pasada, una delegación de comerciantes se reunió con el gobernador Roberto Cuero para plantear alternativas. Ayer, el funcionario también los recibió.
Para hoy está prevista una reunión con todos los dirigentes, en la sede del Foro Urbano, para organizar una movilización.