El papa Francisco saludó a los niños que se encontraban en la calle de honor. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.
El papa Francisco, que arribó el 5 de julio del 2015, fue recibido por una calle de honor de 80 niños usando el vestuario de 17 pueblos y nacionalidades del Ecuador. A su llegada, saludó con cada uno de ellos.
El Sumo Pontífice bajó del avión de Alitalia -en el que vino desde El Vaticano- a las 15:06. Sobre la alfombra roja fue recibido por el presidente Rafael Correa y su esposa, Anne Malherbe.
La primera acción después de eso fue saludar con los niños que se encontraban en la calle de honor. Cada uno de los infantes dio la mano o abrazó al Sumo Pontífice.
Después, saludó con la comitiva de autoridades ecuatorianas, encabezada por el vicepresidente Jorge Glas y el canciller Ricardo Patiño. A continuación se encontraba el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, y su esposa, María Fernanda Pacheco, así como los representantes de las otras funciones del Estado: Gabriela, Rivadeneira, presidenta de la Asamblea; Carlos Ramírez, presidente de la Corte Nacional; Gustavo Jalkh, presidente del Consejo de la Judicatura; Juan Pablo Pozo, presidente del Consejo Nacional Electoral, y Carlos Ochoa, presidente de la Función de Transparencia.
Entonces, la Orquesta Sinfónica Juvenil del Ecuador, acompañada de coros, interpretó los Himnos de Ecuador y de El Vaticano, para proceder con los discursos.
El discurso del presidente Correa se extendió por casi 13 minutos, mientras que el del papa Francisco duró siete.
A su salida, el Santo Padre saludó nuevamente al resto de niños que estaban en la calle de honor. Ellos formaron una fila y se acercaron a él, que los saludó y abrazó sobre la alfombra roja.
El Papa salió después en un automóvil Fiat plateado, sentado en la ventana posterior del lado derecho. En ese auto avanzará hasta el redondel de El Ciclista. Allí, se cambiará al ‘papamóvil’ para ir hasta la Nunciatura.