Alexandra García le sirve a su hija Sophy, de primero de básica, raciones alimenticias a media mañana y tarde. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Con su camión de 2,5 toneladas de capacidad, Wilson S. llegó hasta uno de los puntos, en donde se distribuyen los textos del Ministerio de Educación. Retiró el material de todos los estudiantes del plantel fiscal, en el que está inscrito su hijo de quinto de básica.
“Estamos para darnos la mano, la escuela no tiene recursos”, cuenta el padre. Él y otros 30 representantes de estudiantes de Quito se ofrecieron para colaborar en la logística. Fueron hasta el punto de acopio, cargaron las cajas y luego las descargaron en la escuela.
Según el Ministerio, las direcciones distritales disponen de USD 423 862,37 para fletes, maniobras y distribución de los textos a las instituciones educativas del régimen Sierra y Amazonía 2020- 2021.
Sin embargo, las autoridades de planteles aseguran que tras solicitar los recursos para el transporte, la respuesta es que “no hay”. Por eso deben usar los vehículos de los padres. “Haga autogestión”, le respondió el distrito educativo a la rectora de una institución fiscal de la capital, que pidió la reserva de su nombre.
Otra rectora contó que para retirar los libros cotizaron carreras en autos particulares. Para pagarlas necesitaban USD 35, con los que no contaban. Padres que tienen carros ayudaron a retirar 20 cajas.
La primera autoridad señaló que, además, ella y los docentes de su establecimiento han invertido unos USD 60 para adquirir insumos que les permitan entregar las colaciones de forma segura a los padres de familia. “No disponemos de presupuesto para mascarillas”.
Carina C., docente fiscal, sostiene que colabora movida por su vocación. Por la situación que atraviesa el país, dijo, para algunas familias recibir los kits alimenticios es de gran ayuda. “En algo solventan la alimentación de sus hijos”.
Para la entrega de colaciones, en otro plantel fiscal de Quito se organizaron de la misma forma. Reunieron alrededor de USD 100, para insumos, precisó la rectora, que pidió no publicar su nombre.
Los maestros donaron una bandeja para desinfección de calzado, un galón de alcohol, amonio cuaternario, un termómetro y una bomba para desinfección de ropa.
En un pedido de información sobre este tema, el lunes 19 de octubre del 2020, EL COMERCIO consultó al Ministerio sobre el presupuesto que entrega a los centros para la adquisición de alcohol, termómetros, etc. No respondió a esa pregunta.
En la Sierra–Amazonía está planificada la entrega de kits para 1,2 millones de alumnos y en la Costa para 1,7 millones.
Las colaciones son para 18 días de consumo. Cada kit trae 18 productos líquidos y 14 sólidos. Así: siete leches saborizadas, tres enteras y cuatro néctares, cuatro bebidas con cereales; tres barras de cereales, cuatro masas horneadas de dulce y siete galletas de sal o granola en hojuelas.
Sophy y Paula son primas. Ambas recibieron las raciones, que se sirven en su casa, a media mañana y a media tarde. Los padres de la segunda chica, que cursa octavo año, también consumen los productos, contó su mamá, Natalia García.
Ninguna cuenta con los textos. Sophy, de primero de básica, se entera de las tareas por WhatsApp y tiene clases por Zoom dos veces por semana, cuenta su madre, Alexandra García. A Paula le envían los links de los textos en digital.
Los libros se entregarán a todos los estudiantes fiscales y fiscomisionales en Sierra y Amazonía, dijo el Ministerio. La distribución se inició el 29 de septiembre; la segunda fase será a finales de noviembre.
Un estudio de Unicef presentado el miércoles muestra que 3,1 millones de niños y adolescentes caerán en pobreza multidimensional al término de este año en Ecuador a causa del covid-19. Roberto Angulo, uno de los investigadores, señaló que son necesarios la inyección de recursos y el fortalecimiento de acciones como la entrega de kits alimenticios para contrarrestar el impacto de la pandemia en sus hogares.