Cuando empezó la crisis sanitaria por el covid-19, María de los Ángeles Calvo tenía claro el escenario: al mundo le hacía falta ahondar en el concepto ‘one health’. La aparición de un nuevo coronavirus se había dado por presiones de medioambiente y, posiblemente, por la ingesta de alimentos contaminados. Esto repercutió en una crisis que todos conocemos, con impactos en varios ámbitos. Frente a esto, el ‘one health’ propone que la salud no es una cuestión de estar sanos, sino de vivir en entornos saludables, donde la prevención es el mecanismo para evitar desastres.
¿Cómo entender el concepto de ‘one health’?
Yo creo que es muy simple, por decirlo así, porque ‘one health’ significa una sola salud. Esto es que la salud, aparte de las distintas definiciones que hayamos ido teniendo, no es ausencia de enfermedad, sino que implica que el bienestar está totalmente relacionado con varios elementos tales como los animales, el hombre y de su medioambiente. En ese sentido, si falla uno, pagarán todos.
¿Por qué hemos tardado tanto para entender un concepto tan importante en un mundo globalizado?
En estricto rigor, yo diría que el contenido del concepto ha existido desde siempre. Cuando hablamos de ‘one health’ solemos asociarlo con procesos de infección, pero también debemos pensarlo desde la alimentación. Entonces, por ejemplo, plantas o ganado en mal estado puede llevar a que una persona se enferme.
¿Pero cómo fue que a este concepto sanitario se incorporan los especialistas en fauna, flora y medioambiente?
Yo soy farmacéutica y veterinaria. Para nosotros el concepto de una sola salud es algo fundamental porque no se puede separar la realidad del medioambiente, ni tampoco la salud del animal de la humana. Todos los elementos están unidos entre sí. Por ejemplo, los mosquitos son un elemento importantísimo de transmisión de enfermedades. Si aparecen en nuevos entornos, entonces significa que hay alteraciones en los ecosistemas. Esto, a su vez, incrementa la exposición de la gente a ciertas enfermedades, con una presión al sistema sanitario.
¿Y qué atrajo a una farmacéutica y veterinaria a esta rama?
Una de mis líneas de investigación tiene que ver con el estado de calidad del medioambiente y, por tanto, todo lo que sería la parte ecológica. En el caso del covid, en las primeras entrevistas que me hacían me preguntaban qué pasa con el aire acondicionado, qué pasa con el medioambiente. Yo les decía: cuando aparece un proceso respiratorio que se transmite de persona a persona, el medioambiente es el elemento básico de transmisión. Costó como dos años entender estas dinámicas entre los espacios abiertos y cerrados con relación a la transmisión del virus. En España, por ejemplo, el uso de la mascarilla ha bajado muchísimo, pero continúa siendo obligatorio en aviones, en transportes públicos, etc.
¿Adónde va el ‘one health’?
La gente empieza a darse cuenta de su importancia. Aquí lo fundamental es que recordemos que unido a este proceso está todo el tema de prevención. La idea es que hay que prevenir las situaciones para que no se manifiesten los problemas. Esto nos pasó en la pandemia: cuando no previenes y hay un proceso que manifiesta todas sus consecuencias, hay impactos a nivel de salud, economía, medioambiente, etc.
¿Cómo ha sido incorporar esta idea en el mundo veterinario?
En nuestro ADN ya ha venido incorporado el concepto. Si nosotros permitimos que una granja funcione sin un control animal, simplemente estamos pasando factura a las personas que se alimentarán de esos animales enfermos. Esto luego se traduce en enfermedades de transmisión zoonótica.
¿Qué elementos debemos tomar en cuenta en América Latina para que el ‘one health’ se incorpore a la agenda regional?
Hay distintos aspectos. En lo relacionado con lo sanitario, pues hay que trabajar en la calidad del alimento. No solamente es importante la cantidad, sino la calidad nutricional, del control microbiológico para que puedas llegar a decir que realmente estamos comiendo una carne que sea correcta. Por ejemplo, el cambio de temperatura de unos 2° puede favorecer la presencia de microorganismos dañinos.
¿Entonces necesitamos más legislación?
Sí, se requiere de más legislación. La gente no lo entiende bien. Tener una normativa clara y severa previene los problemas para humanos y animales.