La oferta de test de covid-19 se amplió en Ecuador, pero es insuficiente

Luis Solórzano, de Biotest, toma una muestra para test de antígenos, cuyo resultado se entrega en máximo dos horas. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

A mediados de octubre, el laboratorista Luis Solórzano, de 31 años, sintió un dolor intenso en la garganta; le ardía y tenía dificultad para ingerir alimentos. De inmediato se sometió al test de covid-19, ya que desde marzo ha estado en contacto con casos positivos. “A diario ayudo en la toma y procesamiento de muestras de pacientes sospechosos”.
En el laboratorio en donde trabaja le recomendaron hacerse las pruebas rápidas de antígenos. Estas diagnostican el virus desde los primeros días del contagio, con igual fiabilidad que las PCR, de reacción en cadena a la polimerasa.
“Las PCR detectan el genoma del virus o el ácido ribonucleico (ARN); mientras que las de antígenos analizan las partículas estructurales del mismo, por lo que deben aplicarse a pacientes con sintomatología; no a quienes no la presentan”, explica Byron Núñez, infectólogo y catedrático universitario.
Con un hisopo se extrae secreción de la nariz o de la garganta (nasofaríngeo) del paciente. Pero -señala- el procesamiento es diferente e implica un menor tiempo de entrega de los resultados. “Es una gran ventaja, ya que podemos mejorar la respuesta”, anota Núñez.
La muestra de la PCR se procesa en 24 a 48 horas y requiere una infraestructura sofisticada. Mientras que la rápida de antígenos tarda menos de dos horas.
En el centro quiteño en donde trabaja Solórzano, se ofrecen ambas. Su director médico, Mauro Cargua, coincide en que el menor tiempo de entrega de resultados de la de antígenos es una ventaja.
“Pero hay desconocimiento sobre cuál es la ideal o en qué momento aplicarla; recomendamos la guía de un galeno”.
Solórzano, por ejemplo, se hizo la prueba de antígenos al cuarto día de síntomas y su resultado fue negativo. “Es más fiable si se realiza entre el tercer y quinto día desde el aparecimiento de los problemas respiratorios o del contacto con un contagiado”, dice el galeno.
Andrés, quiteño de 37 años quien pidió la reserva de su apellido, prefirió la PCR. La noche del pasado sábado presentó síntomas relacionados con covid-19: malestar corporal, escalofríos y dolor de garganta. “Es más segura; aunque es más costosa; salí negativo”.
El precio sí varía entre ambas aunque, en general, los test de PCR no cuestan menos de USD 80. En otro laboratorio de Quito, el costo de la PCR es de USD 90; mientras que el valor de las de antígenos es de 70.
La diferencia es de USD 20, dice su representante médica, Gabriela Zambonino.
Ella considera que los exámenes de antígenos aún no son conocidos por la ciudadanía, por lo que se han hecho muy pocos. “Desde agosto, mes de su implementación, hemos aplicado 100 exámenes de antígenos; frente a las 6 000 PCR realizadas desde abril”.
Zambonino señala además que la demanda ha disminuido en los últimos meses. El número de establecimientos que ofertan estos test ha aumentado. “Hay mucha competencia El pico se vivió en julio y agosto, hacían hasta 50 PCR diarios. Hoy suman menos de 30”.
En otro laboratorio también se ha registrado una disminución de la demanda en los últimos dos meses. “En julio y agosto se procesaban 3 000 test diarios.
Hoy, 1 000 al día”, manifestó su gerente general, Santiago Aguirre. Ellos también traerán el test de antígenos; están en etapa de chequeos de efectividad, esperan ofertarlos desde diciembre.
“Estamos validando las pruebas, ya que vemos que son más efectivas en pacientes con molestias y no en los asintomáticos. En este último grupo, en 100 casos sin malestares analizados hubo 40 falsos negativos, es decir, sus resultados salieron negativos pese a estar contagiados con el virus”.
En el país, 317 laboratorios privados (algunos con varias sedes en el país) están autorizados para realizar los test para covid-19. De ellos, solamente 43 procesan la muestra; los 274 restantes se encargan de la extracción. Lo mismo ocurre en los públicos: 15 de los 239 establecimientos de salud analizan las muestras.
A estos se añaden los 16 centros de universidades estatales y particulares, que están colaborando, según información de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess), con datos al 29 de octubre.
Para Raúl Fernández, investigador de la Universidad de las Américas, aunque hay una variedad de sitios para el diagnóstico, eso no es suficiente. “La entrega de resultados debería hacerse en tiempo real, para lo que hace falta procesar rápidamente las pruebas y tramitar las rezagadas”.
La epidemióloga Andrea Gómez coincide en que el diagnóstico de este coronavirus aún es una deuda en el país. “No ha aumentado la capacidad de testeo. En Chile, con una población similar -más de 17 millones de habitantes- ya se han realizado cerca de cuatro millones de exámenes. Lamentablemente, nosotros estamos lejos de esa cifra”.
Hasta ayer, 5 de noviembre, se habían tomado 558 584 muestras para covid-19 en Ecuador. Es decir, 22,7% más de lo reportado un mes atrás. Y aún se deben procesar 50 370 pruebas.
En contexto
En Ecuador, el 60,6% de personas contagiadas tiene de 20 a 49 años. Médicos dicen que se trata de la población que debe salir por motivos laborales. El grupo etario con más muertes es el de los adultos mayores, según el MSP.