La inversión municipal para el nuevo bulevar de la Plaza del Teatro es de USD 358 282. Foto: EL COMERCIO
Los trabajos en las calles Flores y Manabí, al sureste de la Plaza del Teatro, comenzaron el 12 de julio. Allí se levanta un nuevo bulevar y hoy jueves, 19 de noviembre, las obras de la segunda fase tienen un avance del 40%.
Algunas cuadrillas de obreros colocaban los adoquines de colores de gres y de piedra sobre la base de hormigón que se concluyó hace semanas. El trabajo es frenético y ni siquiera con la lluvia detienen la obra.
Patricio Chacón, administrador del contrato del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), comentó que la inauguración del bulevar con recubrimiento de piedra estará prevista para la primera semana de enero del 2016.
Para el tratamiento con piedra del nivel superficial, se contó con una asignación de USD 89 600 y un plazo de 60 días. La colocación de ese material comenzó en la esquina de la Flores y Olmedo.
La construcción de la plataforma de hormigón, obras de la primera fase, estuvo a cargo de la Administración Zona Centro y consistió en las excavaciones para la colocación de tuberías que servirán para el soterramiento de cables.
En esa etapa se construyeron también 12 pozos de conectividad, 12 pozos eléctricos, bajantes y 3 pozos especiales en los cruces de las calles, para empalmar las redes de los servicios de la Empresa Eléctrica Quito ( EEQ), el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (CNT) y otras empresas operadoras que requieran de redes.
Con estos trabajos se busca peatonalizar las mencionadas calles para convertirles en bulevares que integren la Plaza del Teatro y mejoren el entorno cultural de los teatros Sucre (con un aforo para 800 personas) y Variedades (250).
En el nuevo bulevar no habrá mobiliario urbano, porque se prevé una circulación vehicular restringida para los dueños de los locales comerciales de la zona. El contrato se realiza con una inversión municipal de USD 358 282. El proyecto se cumple en un área de 1 650 m².
En una publicación anterior, Jhofre Echeverría, administrador de la Zona Manuela Sáenz, aseguró que esta obra permitirá crear espacios de encuentro ciudadano y se mejorar parte de la problemática del Centro.
El sector de la Plaza del Teatro siempre estuvo en la agenda de los administradores del Centro Histórico, en los diferentes períodos municipales. Esto ocurre porque se trata de un lugar emblemático y por el equipamiento que posee. Además, no ha estado alejado de problemas sociales como la prostitución, la indigencia y la inseguridad ciudadana.
Pese a ese potencial, la movilidad peatonal no tenía las facilidades del caso. Por ejemplo, el paso de las unidades del Trolebús, que transitaban por la Flores, ponía en riesgo a los peatones, pues al virar hacia la Manabí ocupaba parte de la acera. A esto se sumaban la vibración de los articulados y la polución que afecta a transeúntes, por ejemplo.
El temor inicial que sentían los comerciantes de la zona con respecto a las obras del bulevar y la posibilidad de un baja en ventas de los negocios, los especialistas aseguraron que la peatonalización no significa muerte comercial, lo que ocurre es que se reacomodan los giros de negocio.
Admitieron también que la peatonalización da más vigencia y valor al Centro Histórico, más oxigenación y lo vuelve un sitio cívico, para que la gente vuelva y se quede a habitarlo.
Este nuevo bulevar, el séptimo a lo largo de varias décadas, tendrá conexión con la Plaza Huerto San Agustín (Mejía, entre Guayaquil y Flores), un proyecto que forma parte de la Revitalización del Centro Histórico emprendido por el Gobierno Nacional y que cuenta con la respectiva aprobación municipal.