Vinicio Alvarado pide a los empresarios trabajar juntos en la adversidad

El Gobierno organizó un evento Ecuador, República de Oportunidades, en el Banco Central. Foto: Pavel Calahorrano / El Comercio

A trabajar juntos Estado y empresarios “más aún en la adversidad”. En eso se resume el pedido que hizo ayer (26 de noviembre) el Gobierno a los dirigentes gremiales para superar la difícil coyuntura económica que registra el país.
Durante dos horas, los ministros del frente de la Producción, junto al vicepresidente Jorge Glas, expusieron a los empresarios de diferentes sectores los procesos para atraer la inversión y los beneficios del Código Orgánico de la Producción y de la Ley de Asociaciones Público Privadas (APP).
El evento se denominó ‘República de Oportunidades’, en el cual Vinicio Alvarado, ministro coordinador de la Producción, planteó a los dirigentes gremiales que piensen, junto al Régimen, qué pueden hacer por Ecuador en este momento económico.
“Vamos juntos a este pacto país, entendiendo el momento que vivimos por las coyunturas internas y externas. Demando, con la mayor consideración a los empresarios, una agenda a largo plazo, que permita diseñar, visionar y avanzar de manera planificada en una estrategia para beneficio del sector, pero también para el beneficio del país”.
El Ministro sostuvo que la situación económica es complicada por la caída del precio del petróleo, que “ha afectado la economía de todos, pero en particular a las finanzas del Gobierno central”. “Queremos críticos que empujen, no que nos anclen. Solo juntos es posible”. Alvarado llamó a los empresarios a usar los beneficios del Código de la Producción y de la Ley APP, a pesar de que regulaciones de esta última representan “importantes sacrificios fiscales (…) Esperamos el mismo compromiso de ustedes. La patria nos requiere unidos y dispuestos”.
Santiago León, viceministro de la Producción, pasó revista a los incentivos de ambas normativas y reconoció que no se ha avanzado como se esperaba. En el caso del Código de la Producción, por ejemplo, de 1 374 empresas que se crearon en zonas en las que podían recibir determinados beneficios, apenas 7% se acogió a estos.
Henry Kronfle, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), hizo un “mea culpa” y destacó varias propuestas del Régimen para atraer la inversión: reducir trámites, crear una ventanilla única de atención a los inversionistas, mejorar la coordinación con las entidades del Estado y el acceso a líneas de financiamiento del Banco Mundial (BM), con el cual hay líneas aprobadas de créditos directos por USD 510 millones y otras compartidas por 305 millones. El BID tiene USD 200 millones para pymes y proyectos del sector privado.
Los miembros del sector privado destacaron la decisión del Gobierno para presentar a los nuevos funcionarios del frente de la Producción y la apertura para el diálogo en el marco de las APP, cuyo veto se tratará en el Pleno la semana del 7 de diciembre, según indicó Lídice Larrea, presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico.
En el sector privado hay expectativa por la entrada en vigencia de la ley. Las áreas de infraestructura son claves para la inversión, dijo Francisco Alarcón, presidente de la Cámara de Industrias del Guayas.
El empresario, además, destacó el llamado del Gobierno al diálogo, al que “el sector privado responderá”. A cambio solo piden estabilidad jurídica en este nuevo momento, ya que es necesario reconstruir la confianza entre las partes.
Cuando se le consultó por qué luego de nueve años hacen este llamado para un trabajo conjunto, Alvarado indicó que el Régimen ha desarrollado la estructura básica de desarrollo y competitividad con la construcción de vías, puertos, aeropuertos, etc. De ahí que ahora se puede ser más agresivo.
Aunque los empresarios destacaron el llamado del Gobierno, también creen que la construcción de confianza tomará tiempo. Y la respuesta concreta en mayor inversión llegará en la medida que se vayan aclarando temas como el ‘timbre cambiario’, el financiamiento fiscal en el 2016 o las medidas alternativas cuando se desmonten las salvaguardias.