Francia donó cuatro perros especializados a Ecuador
Países Bajos ve más probable que se produzcan atentados
Guillermo Lasso espera más propuestas que ideologías…
Pedro José Freile será el binomio de Jan Topic para …
Vías se cierran en Quito por protesta en Universidad…
13 personas que se creía desaparecidas en la zona ce…
Se multiplica cifra de menores migrantes que cruzan …
Camioneta se volcó en av. Mariscal Sucre, sector El Bosque

Los ganadores y perdedores

La aplicación de salvaguardias a 2 800 partidas (productos importados) deviene en un escenario de ganadores y perdedores en la economía ecuatoriana. En la una orilla se encuentran aquellas empresas, eficientes o no, que ahora tienen a su favor una barrera de entrada a los artículos extranjeros, que permitiría (ojalá no suceda) poder elevar los precios de sus productos sin poner atención a lo que haga la competencia foránea.

En este escenario, la productividad y competitividad no se convierten en asuntos prioritarios, ya que el mercado está asegurado y el único objetivo es satisfacer la demanda.

Más ganadores: si todo sale de acuerdo con los pronósticos del Gobierno, luego de la vigencia de este paquete (15 meses), se habrá evitado la salida del país de USD 2 200 millones y con ello los consumidores habrán realizado un esfuerzo para no causarle problemas a la dolarización, ante la caída internacional de los precios del petróleo y la apreciación del dólar.

Entre los perdedores sin duda se encuentra, en primer lugar, el consumidor, quien es el que al final asume todos los costos que implica la aplicación de las salvaguardias, que van entre el 5 y el 45%. Ahora está en sus manos decidir si paga más por aquel producto anhelado o simplemente deberá estar en un período de abstinencia hasta julio del 2016. Su opinión no se toma en cuenta, lo que interesa es que con sus recursos se ayude al Gobierno a contrarrestar su falta de previsión para la época de vacas flacas.

Los otros perdedores en teoría son quienes encontraron en la importación un negocio próspero, cuando el poder adquisitivo del ecuatoriano mejoró en la última década.

Pero el Gobierno también puede estar en esta orilla, si por efecto de una contracción del consumo deja de obtener recursos para financiar el Presupuesto por el lado de la recaudación tributaria y, además, si el entorno económico se torna más complicado, ¿vendrán nuevas medidas restrictivas al comercio exterior? Esperemos que no.