Los familiares de uno de los cuatro fallecidos en la explosión armaron una improvisada capilla en su vivienda. Foto: Xavier Caiviñagua para EL COMERCIO
A unos cuatro kilómetros del lugar donde se ubica la Sociedad Civil Minera Goldmins vivían Juan Macas Contento y Geovanny Macas Namicela, de 54 y 27 años. Ellos y otros dos trabajadores fallecieron el 6 de agosto del 2019 en una explosión registrada en el campamento de la firma.
Juan, trabajador de la compañía desde hace cinco años, era tío de Geovanny. Lo llevó a trabajar con él hace ocho meses. En la sala del inmueble donde ambos vivían se improvisó una capilla ardiente. En una mesa están una foto de Geovanny y una vela encendida.
La familia está afligida y consternada por lo ocurrido. Para participar en el velorio y en el entierro, sus hermanos vinieron de otras provincias. María Macas llegó de Zamora Chinchipe y José Macas lo hizo desde Loja. La vivienda está ubicada en la parte alta de Zaruma, a donde se llega luego de recorrer calles empinadas.
Teresa Macas, hermana de Geovanny y sobrina de Juan, denunció que sus familiares estaban impagos dos meses de sueldo, igual que los demás trabajadores. A Juan se le adeudaba USD 1 200 y a Geovanny, USD 1 000. “Para pagarnos los señores (la empresa) nos dijeron que primero presentemos las partidas de defunción”.
También contó que, con la Fiscalía de Zaruma, los familiares participaron ayer en el reconocimiento de las víctimas, a través de la huella genética o ADN. Los cuerpos sin vida de los cuatro mineros no pudieron ser identificados debido a los impactos de la explosión.
En el accidente también murieron el zarumeño Antonio Orellana Pacheco (de 32 años) y el lojano José Antonio Bermeo Cueva, de 30 años. El campamento está ubicado en el sector Malvas, a unos 10 minutos del centro del cantón Zaruma, en El Oro.
Según Harddy Tinoco, asesor legal de Goldmins y vocero de la empresa, el accidente ocurrió mientras se realizaba un mantenimiento en el área de cebado, que es donde se arma la dinamita que será llevada a la mina. Este sitio se ubicaba en la parte posterior de la resbaladera 1.
El material explosivo se hallaba en esa zona en ese momento. Las causas de la detonación aún se desconocen.
Tinoco aseguró que los cuatro fallecidos estaban afiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y dentro de la nómina laboral. Los familiares de las víctimas recibirán las indemnizaciones correspondientes. Además, dijo que “la empresa cumple con todos los requisitos legales, los permisos y las pólizas de seguro”.
Después del accidente, la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom) prohibió las actividades mineras de la empresa, que opera desde el 2012. Por ese motivo, cerca de 450 trabajadores de la firma se encuentran inactivos.
En los exteriores del campamento minero también se improvisó una capilla ardiente.
Antes del ingreso a la compañía se colocó una mesa y unas baldosas de cerámica y, sobre ellas, más de 40 velas en memoria de los difuntos. Ninguno de los trabajadores quiso hablar de lo ocurrido.
Diana Fernández, representante legal del Cuerpo de Bomberos de Zaruma, contó que en el operativo que se hizo luego de la explosión participaron nueve voluntarios y dos motobombas.
La alerta de la detonación llegó del ECU 911 y en 12 minutos llegaron al lugar del cebado.
Los voluntarios realizaron “el enfriamiento de la zona” para evitar que se registrara una nueva explosión. No hubo fuego. Luego llegó personal de la Fiscalía de Zaruma, de Medicina Legal y de la Policía Judicial. La Arcom señaló que la firma tiene permisos para el uso de explosivos. Las autoridades realizan una investigación para determinar las causas del incidente.
Fernández aseguró que nunca se había registrado una explosión de esa magnitud.
Debido a la onda expansiva, 10 viviendas resultaron afectadas, especialmente con la roturas de vidrios de los ventanales, aunque no hubo pérdida de vidas en los alrededores.
El campamento de la minera Goldmins se puede observar antes de llegar a las puertas de ingreso. Hay dos lagunas, amplias bodegas, tractores, maquinarias para extraer los materiales, molinos, carretas, entre otros instrumentos de trabajo. La empresa está al occidente de Zaruma.
En un boletín colocado al ingreso de la compañía se comunica que, tras la explosión, se activó de manera inmediata los planes de contingencia con las brigadas de emergencia. Participaron cerca de 20 personas. La empresa también presentó sus condolencias a los familiares de los fallecidos.
La compañía tiene como función procesar el cobre que es enviado en bruto a Perú, en donde se realiza el trabajo final para exportar a China y Japón.