El nivel del embalse de Mazar, ubicado en las provincias de Cañar y Azuay, se sigue recuperando tras las lluvias registradas durante el último fin de semana de septiembre de 2024. Sin embargo, las tres hidroeléctricas que alimentan este reservorio continúan apagadas en medio de la crisis energética del Ecuador.
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Según el registro de la Corporación Eléctrica del Ecuador – Sur (CelecSur), la cota del embalse de Mazar llegó a 2 117,95 de metros sobre el nivel del mar, este 30 de septiembre de 2024. A 35 metros del máximo que es 2 153.
Asimismo, el caudal de Mazar se ubicó este lunes en 47,06 metros cúbicos por segundo, mientras que el domingo 29 de septiembre el promedio del caudal fue de 20,9 metros. Lo recomendable es que supere los 140 metros cúbicos por segundo.
En los últimos siete días, el incremento del embalse de Mazar es de cerca 1,5 metros desde el pasado 21 de septiembre, cuando se registró el nivel más bajo del mes, que fue de 2 116,46 metros sobre el nivel del mar. Con esta poca cantidad de agua se retomaron los cortes de luz programados en todo el país.
Las razones principales del incremento de la cota del reservorio son las lluvias registradas entre el viernes 27 y domingo 29 de septiembre en la zona Andina y la disminución del consumo debido a los cortes de luz en todo el país.
Las hidroeléctricas del río Paute
Pese al incremento del nivel del embalse de Mazar, las tres hidroeléctricas que se alimentan de este reservorio permanecieron apagadas hasta las 14:00 de este lunes 30 de septiembre.
Según el reporte de CelecSur, las centrales de Mazar, Paute-Molino y Sopladora estuvieron fuera de operación y no generaron ni un solo megavatio hora (MWh).
El Ministerio de Energía señaló que estas centrales permanecieron apagadas para tratar de mantener el agua del embalse lo que más que se pueda. “Se están aprovechando los caudales de las centrales hidroeléctricas de pasada para entregar energía”, señaló.
Para Ricardo Buitrón, consultor energético, la estrategia del Gobierno de conservar el embalse es razonable, ya que un estudio del Operador Nacional de Electricidad (Cenace) señala que Mazar debe estar lleno hasta finales de septiembre y solo en noviembre empezar a desembalsarlo, para suplir los caudales bajos de los meses más fuertes del estiaje.
Hay que recordar que el período de estiaje normal empieza en octubre y se extiende hasta marzo, pero en este 2024 la época seca se adelantó y en julio ya se registraron caudales bajos y se empezó a consumir el agua de este reservorio.
“Si en estos momentos, nosotros (Ecuador) tenemos la posibilidad de ir llenando el embalse de Mazar, eso es lo más conveniente, pero siempre y cuando se produzcan la menor cantidad de cortes de energía y el menor impacto a la población”, señaló.
Para no consumir el embalse, Ecuador también está comprando energía a Colombia, 450 MW. El precio por cada KWh no se ha hecho público, pero debe estar entre los 46 y 60 centavos cada KWh, dijo Buitrón.
Además, agregó, que la conservación del agua del embalse no debería salir tan caro, sino responder a criterios técnicos y económicos, que defina el Cenace.
El embalse de Mazar
El embalse de Mazar es uno de los más importantes del país, ya que alimenta las centrales del complejo hidroeléctrico de la cuenca del Paute, que comprende las hidroeléctricas Mazar, Paute- Molino y Sopladora, juntas tienen una capacidad de 1 700 megavatios de potencia. La presa de Mazar puede almacenar 410 millones de metros cúbicos de agua.
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