Pablo Dávalos, profesor de economía política de la PUCE. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Debate
Así estamos:
La caída del precio del petróleo provocó un déficit en cuenta corriente de balanza de pagos que condujo a una disminución de la liquidez en el conjunto de la economía. Al no existir política monetaria por la dolarización, se produjo una crisis de liquidez en todo el sistema.
El sector financiero actuó como mecanismo de transmisión al restringir el crédito. El sector fiscal, de su parte, acentuó la crisis al no ajustar el gasto al ingreso. El sector productivo redujo su actividad y profundizó el desempleo. Los hogares redujeron su consumo y expandieron la crisis al sector comercial.
El sistema político se concentró en las formas de la política y nunca pensó en articular un programa económico anticrisis. Esa crisis de liquidez evidenció la real situación de la economía. En estos años hubo crecimiento económico sin empleo, consumo sin producción, ingresos sin redistribución y gasto público sin planificación.
Las Salidas:
Se necesita reactivar la economía y articular un Plan Económico de corto plazo y un modelo económico para el largo plazo.
Se debe evitar el ajuste económico y proteger a los más vulnerables.
Las medidas propuestas serían: (1) Disminución de los impuestos regresivos (IVA e ICE) para reactivar la demanda; (2) eliminación de las salvaguardias en insumos de la producción, bienes de capital y artículos tecnológicos; (3) orientación de la banca pública de desarrollo hacia las pequeñas y medianas empresas con líneas de crédito preferenciales y bajas tasas de interés; (4) reingeniería de procesos en el sector público y eliminación del exceso burocrático; (5) reprogramación de pagos de la deuda externa; (6) creación de instrumentos de liquidez para el pago de impuestos y contribuciones; (7) renegociación de los contratos petroleros; (8) incrementos paulatinos de la capacidad adquisitiva de los trabajadores; (9) incentivos tributarios para nuevos proyectos de inversión; (10) política de precios para los bienes de la canasta básica, para evitar la inflación y proteger la capacidad de consumo.
Se debe pensar en un modelo económico de largo plazo cuyo eje central sea la creación de empleo en el país.
Para ello, se podrían articular las siguientes políticas públicas: (1) Políticas de reactivación agraria con políticas de precios agrarios, comercialización, almacenamiento, seguros de siembra, cosecha y pos-cosecha. Esa política debe democratizar el acceso a la tierra y el acceso al agua para los pequeños y medianos productores agrícolas; (2) políticas de apoyo para las pequeñas y medianas empresas, con crédito, asistencia, seguridad social, y encadenamientos productivos; (3) políticas laborales que permitan a los trabajadores constituirse en parte de la demanda agregada con capacidad de consumo y como base del mercado interno; (4) políticas de transición energética que busque el reemplazo de combustibles fósiles por energías limpias y sustentables; (5) políticas de seguridad social que impliquen la universalización de la seguridad social a todos los ciudadanos; (6) políticas de transparencia con participación ciudadana en la fiscalización de los presupuestos públicos a todo nivel.