Entrevista a Julio José Prado, titular de la Asociación de Bancos del Ecuador. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
¿Cuánto puede ayudar a la reactivación económica los USD 10 000 millones que la banca anunció que ofertará el resto del año?
El anuncio se hizo justamente cuando se tenía las cifras de cierre del primer semestre del año 2016, que nos daban a entender que es un año complicado. Ya anticipamos -antes de que el BCE publique sus cifras- que había una recesión económica fuerte. Incluso ya habíamos empezado a hablar de una crisis, que entendemos como una caída muy fuerte de ventas, exportaciones y una reducción importante del empleo. Lo que hizo la banca en los semestres anteriores (último del año pasado y primero de este) fue cuidar la liquidez en un momento que era complicado. Y ahora la banca puede reabrir líneas de crédito.
¿Ese monto es mayor a lo que ha venido colocando históricamente?
Es una recuperación a lo que teníamos en el primer semestre del 2015 (USD 9 431 millones), obviamente en el 2014 era bastante más alto porque había mucha liquidez, altos precios del crudo, etc. Esos niveles van a ser difíciles de recuperar hasta el próximo año.
¿A qué sectores va a priorizar la banca?
Un 70% estará relacionado con crédito productivo, comercial e industrial y todo lo que tiene que ver con la empresa; el 20% a crédito de consumo, un porcentaje que quizá baje durante la segunda mitad; y el 10% restante a microcrédito y pymes.
¿Qué está pasando con el crédito de consumo?
La cartera de morosidad está en el 10%, casi el doble del promedio nacional. En la cartera productiva es inferior al 2%. Es mucho menos riesgoso enfocarse en temas de producción y comercio, y más riesgoso enfocarse en el consumo. Hay un aumento de morosidad porque el entorno económico es complicado. Entre el primer semestre del 2015 frente a igual período del 2016 la venta de cemento cayó 18%; de vehículos livianos, 38%; de buses y camiones, en 60%… Un entorno de menor dinamismo hace que las personas tengan más dificultad para ir pagando sus créditos. Pese a ello han pasado dos cosas buenas en los primeros seis meses del año. Por un lado, los depósitos, que hasta diciembre del 2015 cayeron de forma anualizada en unos USD 3 200 millones, registraron un incremento. Aún se deposita a muy corto plazo,pero la recuperación es buena. Hasta junio subieron en USD 1 300 millones adicionales. Y, segundo, a pesar de la contracción económica se ha seguido entregando crédito.
¿Qué análisis tiene sobre la demanda de crédito de los agentes económicos?
Las empresas no están tomando crédito y eso se evidencia en una encuesta del Banco Central, que muestra el porcentaje de empresas que piensan que es un buen momento para endeudarse. En el 2014, un 45% de empresas grandes creía que era un buen momento para endeudarse, pero al primer trimestre apenas 19% lo cree. Al desagregar los datos por sector se puede ver, por ejemplo, que solo un 11% de las grandes empresas de servicios dice que es un buen momento para endeudarse. Hay un pesimismo generalizado y se da por una falta de política pública de reactivación productiva; es decir, que las empresas e inversionistas puedan saber a qué atenerse los siguientes seis meses.
Con ese escenario, ¿cómo alcanzar la meta de los USD 10 000 millones?
Lo que hay que hacer en un escenario de crisis económica y de recesión como la que enfrentamos es ser muy prudentes en el manejo de liquidez y de entrega de créditos,. Si esas dos partes están balanceadas los bancos, a pesar de que la economía se va contrayendo, pueden seguir saliendo adelante y amortiguar la crisis.
¿Qué señales se necesitan del Gobierno?
Ponerse al día con el pago de proveedores. El Gobierno anunció que la deuda estaría en el orden de USD 2 000 millones. Si se pone al día, la banca va a sentir un aumento de depósitos, la gente busca más crédito y la morosidad baja.
De los USD 10 000 millones anunciados, ¿cuánto son recursos frescos?
En términos de renovaciones y de créditos que se van pagando y volviendo a colocar habrá hasta USD 9 000 millones. La nueva liquidez estará en unos 1 000 millones.
¿De dónde se obtendrá?
Sobre todo por incremento de depósitos.
¿Este año se buscará nuevos créditos del exterior?
Las líneas de crédito están abiertas, pero los bancos en buena medida han decidido no utilizarlas porque la demanda no es suficientemente alta. No tiene mucho sentido endeudarse en el exterior y traer plata que hoy es cara, lo cual incrementaría los costos y baja la rentabilidad bancaria.
¿Cuál es su previsión de crecimiento para la economía nacional este año?
Es un tema complicado predecir, pero yo creo que el primer semestre del 2016 va a cerrar en -3%. Pero estamos entrando en una nueva etapa del ciclo económico que no será de recuperación rápida, pero vamos a ver crecer el PIB de manera lenta en dos años. El segundo semestre va a ser un poco menos malo que el primero. Habrá una caída, pero del 2,5 o 2,7%, con lo cual al cerrar el año estaremos en un decrecimiento entre el 2,5 y 3%.
¿Por qué?
Se ha conseguido crédito del exterior y se comienzan a hacer ciertos pagos a proveedores, el precio del crudo subió y el sistema financiero está estable. Tendremos un segundo semestre menos malo, aunque de ninguna manera veremos un crecimiento positivo.