Ecuador recibió USD 744 millones en inversión extranjera directa (IED) durante el año pasado; esto es, USD 578 millones menos que el año previo.
La mayor caída se registró en los sectores manufacturero donde el rubro se redujo en USD 227 millones.
Otros sectores que recibieron menos capital extranjero fueron servicios a las empresas, agricultura, petróleo y minas, y comercio.
Para Walter Spurrier, director de la publicación Análisis Semanal, las cifras reflejan la menor actividad económica durante el 2016. En un año de recesión las empresas, sean nacionales o extranjeras, tienen pocos incentivos para invertir.
La ampliación de las salvaguardias también afectó. La medida debía terminar en junio del año pasado, pero se amplió un año más debido al terremoto del 16 de abril.
Estas sobretasas gravan a los bienes de capital como maquinaria para las industrias y el resultado fue posponer los planes de inversión. “Son equipos costosos que se tienen que amortizar en muchos años; con las salvaguardias los bienes terminaban siendo mucho más costosos”, anotó el experto.
Los únicos sectores donde creció la inversión fueron aquellos relacionados con la construcción y el transporte y comunicaciones.
En cuanto al origen de la inversión extranjera, la mayor parte de estos capitales llegó de países europeos como Francia, España e Italia. También se recibieron de EE.UU. y China.
Para el director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Pontifica Universidad Católica del Ecuador, Carlos de la Torre, los inversionistas están viendo con cautela al país por la contracción económica que registra desde el 2015. “Ante el menor dinamismo de la economía pueden haber decidido frenar sus inversiones”.
Para este año es de esperar cifras similares a las del 2016, debido a la incertidumbre que ha generado el escenario electoral. “Hemos pasado una etapa electoral de cuatro meses. Antes de invertir, los inversionistas esperarán conocer las medidas económicas y reformas que tomará el próximo Gobierno”, dijo.
Spurrier prefiere no hablar aún de una recuperación del indicador en este año, pues su evolución dependerá de los resultados electorales.
El plan de gobierno del movimiento oficialista no hace mayor énfasis en la inversión extranjera y más bien apuesta por la industria local. Del lado de la oposición, en cambio, se apuesta por atraer inversión para reactivar la economía ecuatoriana.