Harán el favor de invertir y esperar para cobrar

El Ministro de la Producción hizo la semana pasada un llamado cordial a los empresarios para trabajar en conjunto y enfrentar unidos el actual escenario adverso (léase crisis económica). Del otro lado, una larga fila de proveedores del sector público (léase empresarios), sigue esperando que el Gobierno pague por los bienes y servicios entregados durante este año.

Los acreedores del sector público deberán esperar a que suba el precio del petróleo para cobrar, o que lleguen los créditos externos, los cuales debían comenzar a nutrir las arcas fiscales desde hace una semana para cumplir los fuertes compromisos de diciembre.

El Fisco necesita de al menos USD 2 500 millones para cancelar sueldos, sobresueldos y los Bonos Global 2015 el último mes del año.

Con menores ingresos petroleros y limitaciones en el financiamiento externo, la alternativa es que el sector privado se anime a invertir más, una salida obvia pero poco probable por nueve años de antecedentes.

La inversión privada es la salida que tiene el Gobierno para amortiguar la crisis, por no decir la única, ya que el precio del petróleo no se recuperará en el corto plazo y eso también restringe el financiamiento público.

Ahora, quienes están en capacidad de invertir son las grandes corporaciones, aquellas que cuentan con reservas dentro y fuera del país, o que pueden conseguir líneas de crédito en el exterior, sea a través de bancos, proveedores u organismos multilaterales. Todo sirve en la actual coyuntura porque está faltando liquidez, aquella que sobraba durante la década de bonanza petrolera y que no se guardó para una época como la actual.

Pero el Gobierno no parece decidido a trabajar de la mano con los empresarios para afrontar la crisis. Por un lado, necesita que los grandes empresarios muevan sus capitales hacia los proyectos que le interesa al oficialismo, pero del otro lado recibe pedidos para que cese el discurso hostil desde el Gobierno hacia el sector empresarial. El Ministro de la Producción intenta mejorar la relación, pero el Ministro no es el Gobierno.

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