Anna Ivanova, jefa de misión en el Fondo Monetario Internacional para Ecuador. Foto: Cortesía FMI
¿Qué se examinará en la primera revisión del FMI?
Hemos acordado con el Gobierno conversar sobre el programa cada tres meses, para asegurarnos que avance según lo acordado en nuestra misión en febrero. La primera revisión será en mayo. El objetivo será evaluar si hasta fines de marzo se llegó a las metas cuantitativas, se incluirán metas fiscales, sobre reservas nacionales, de gasto social (…). Luego están los objetivos cualitativos o estructurales.
¿Cuáles son?
El objetivo para finales de abril es la publicación del plan del Gobierno sobre la reforma al sistema presupuestario, lo llamamos Reforma de la Gestión de las Finanzas Públicas. Más adelante en el año, habría una reforma legislativa para apoyar este plan. La segunda es la presentación al Gabinete de la reforma del Banco Central, para que sea más autónomo. Eso requerirá algunos cambios legislativos en el Código, que tienen que ser presentados a finales de mayo. El tercer objetivo es más continuo y es que el Gobierno tiene que comprometerse a ser muy transparente en cuanto a la deuda externa, no solo los números sino también algunos contratos con características especiales.
¿Como cuáles?
Por ejemplo, los acuerdos de recompra con Goldman Sachs y Credit Suisse [créditos obtenidos con garantías en bonos no reembolsables], de los cuales el Gobierno se comprometió a revelar completamente la información de esa deuda externa que tiene algunas características especiales, que llamamos colaterales pero que no son realmente colaterales.
¿Por qué no se incluyeron metas en el 2020?
Es típico en los acuerdos con el FMI tener metas específicas para el corto plazo y metas generales para más largo plazo, porque la situación económica cambia todo el tiempo.
Entonces, ¿cuándo se definirán las metas?
En mayo definiremos las metas del primer trimestre del 2020. Y cada vez que vayamos a Ecuador vamos a ir ampliando. Pero todo esto es un indicativo. Las metas fijas creo que se definirán en dos trimestres más, pero hay flexibilidad para revisar si las cosas cambian.
¿Qué se esperaría ver en reformas en el 2020?
El Ecuador va a continuar completando todas las reformas. De las financieras no tenemos mucho en este año y se verá más en el 2020. La reforma laboral es importante.
¿Por qué el acuerdo con el FMI nos lleva a una contracción de 0,5% en 2019 o un mínimo crecimiento, en el mejor de los casos?
Inevitablemente una consolidación tiene su efecto en las perspectivas de crecimiento. Pero tenemos otros efectos opuestos como, por ejemplo, mejoramiento de la credibilidad del Gobierno, que es muy importante para Ecuador porque el historial crediticio del país no es muy bueno, por el ‘default’ del 2008. El programa va a ayudar a mejorar el clima de inversión. Incluso hemos visto la reducción del riesgo país, eso es muy importante.
El programa tiene un fuerte enfoque fiscal. ¿Por qué no tienen igual énfasis otras políticas que podrían empujar a la economía?
Hay un pilar fiscal, pero tiene otros. No es verdad que solo es fiscal, pero en términos de manejo económico ¿cuáles son las palancas? Los instrumentos son limitados, tiene política fiscal y posibilidad de hacer ajustes estructurales. No tiene política monetaria ni cambiaría. Pero las reformas estructurales -por ejemplo al manejo el sector público, la reforma al BCE, etc.- son cosas que van a ayudar a prevenir lo sucedido en el pasado, como el hecho de que la deuda pública se duplicó en cinco años. Es un crecimiento muy grande y fue porque las instituciones no funcionaron bien. Tenemos que cambiar las instituciones.
Pero esas reformas tienen poco impacto, como se aprecia en la proyección de crecimiento del FMI.
Me parece importante entender que, en primer lugar, la Ley de Fomento Productivo de agosto pasado tenía medidas muy parciales, como exoneraciones fiscales. No creemos que las exoneraciones fiscales sean muy importantes para el crecimiento, lo que es importante es el entorno empresarial, una buena infraestructura, la seguridad para los inversionistas, la protección de los derechos de los inversionistas (por ejemplo, la existencia de arbitrajes para las compañías). Así que estamos tratando de realizar una serie de reformas mucho más grandes que cambiarán el entorno. Entre los componentes importantes citados por los inversionistas está el costo de la mano de obra y que hay muchas rigideces. No existe la posibilidad de trabajar en horas cortas o de tener trabajos de medio tiempo, lo que para las mujeres es muy importante.
¿En qué medida el problema de Argentina puede complicar el programa con Ecuador? ¿Si le va mal a Argentina, le va mal a Ecuador?
Son programas muy diferentes. Argentina tiene su propio programa y sus propios temas económicos. Ecuador tiene un tipo de programa diferente y es mucho más estructural, por lo que no creo que estas cosas deban vincularse en absoluto. Los dos países tienen problemas diferentes. Ambos acudieron al FMI, pero resulta que no existe una conexión específica.
Formación
Tiene un doctorado en Economía de la Universidad de Wisconsin en Madison (EE.UU.), maestría en Desarrollo Económico de la Universidad de Vanderbilt (EE.UU.) y una maestría en Física Nuclear de la U. Estatal de Belarús.
Experiencia
Fue jefa de Misión del FMI para Guatemala, economista principal para Costa Rica, Alemania y Países Bajos; economista en el Departamento de Asuntos Fiscales del FMI; se desempeñó como economista en el BM.