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Déficit fiscal y empleo, los mayores retos del próximo Gobierno y la nueva Asamblea Nacional

Los distintos candidatos presidenciales aspiran a ocupar el despacho del Primer Mandatario en Carondelet. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

Los distintos candidatos presidenciales aspiran a ocupar el despacho del Primer Mandatario en Carondelet. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

El país tiene abierta la puerta de los multilaterales, pero seguir con ellos dependerá de quién gane la Presidencia del Ecuador. Foto: Archivo/ EL COMERCIO

El próximo Gobierno y la Asamblea recibirán una economía con problemas fiscales y estructurales que se arrastran desde antes de la pandemia.

El Banco Central proyecta un crecimiento del 3,1% para este año, una cifra modesta, considerando la fuerte caída del Producto Interno Bruto (PIB) del año pasado: -8,9%.

Sin embargo, se proyecta que las exportaciones no petroleras sigan registrando un buen desempeño, como evidencian desde el 2020, en especial por banano, camarón y cacao.

En el sector petrolero se proyecta una caída, aunque seguirá siendo una fuente importante de ingresos fiscales y de divisas vía exportaciones, pues la matriz productiva tiene un fuerte componente extractivista. Es de prever, incluso, que este crezca gracias al sector minero, que ha registrado un fuerte dinamismo y puede producir un ‘boom’.

“Ecuador es la nueva frontera minera, pero no solo el potencial geológico hará que despegue la industria. Se debería considerar como una política de Estado y no como una decisión del Gobierno de turno”, explica Santiago Yépez, experto y empresario minero.

En lo fiscal, habrá menos presión en el pago de intereses gracias a la renegociación de bonos que se concretó el 2020, pero incluso así las necesidades de financiamiento siguen siendo enormes, en este año son de USD 7 900 millones.

El país tiene abierta la puerta de los multilaterales, pero seguir con ellos dependerá de quién gane la Presidencia.

Hans Soledispa, director de Exponential Research, cree que el país tendrá que conseguir nuevos créditos para pagar la deuda, que está en USD 63 163 millones, puesto que los ingresos no logran cubrir todos los gastos. “La perspectiva y la tarea de la nueva administración es analizar cómo nos vamos a endeudar, con quiénes y bajo qué condiciones”.

El desempeño de la economía también dependerá de cuánto se logre reducir el gasto y de las reformas tributarias, laborales y monetarias que se hagan, señala Walter Spurrier, director de Análisis semanal.

Mientras esto se resuelve, existen más ecuatorianos buscando empleo. Si bien entre junio y septiembre del 2020 las cifras laborales mejoraron, aún no alcanzan a los indicadores del 2019. Esa situación ha causado que, en promedio, 6 o 7 de cada 10 personas no cuenten con un empleo formal, refirió Patricio Alarcón, titular de la Cámara de Comercio de Quito. Se han perdido más de 220 000 empleos desde el inicio de la pandemia y se han reducido los aportes al seguro social, afectando su liquidez.

Según Gabriel Recalde, director del Observatorio de la Política Laboral, para el presidente electo no será fácil revertir esta situación, porque no se trata solo de crear plazas de trabajo. “El país debería crecer al 3% para recuperar las cifras del 2019 en el 2023”.

Alarcón agregó que se debe atraer inversiones. Esto, a su vez, aumentará el consumo y por lo tanto se crearán más fuentes de empleo.