‘Couriers’ aceleran su labor para igualarse con retraso de envíos

Las empresas de paquetería planifican trabajar horas extras para poder despachar en el menor tiempo posible. Fotos: Cortesía Asemec

Los 18 días de bloqueos viales impidieron traer y llevar encomiendas a escala nacional e internacional.

Las empresas de ‘courier’ y de transporte pesado que trasladan equipos, alimentos, medicinas y carga trabajaron intermitentemente, debido a las movilizaciones.

La Empresa de Transporte Pesado Los Andes de Ambato, por ejemplo, no pudo movilizar sus 20 unidades de transporte de carga hacia Santo Domingo, Quito, Guayaquil y otras ciudades del país.

Geovanny Freire es el encargado de la facturación. Él explica que tienen encomiendas represadas de repuestos automotrices, calzado y otros productos.

Tampoco lograron traer desde el puerto de Guayaquil contenedores con maquinaria, alimentos y otros insumos veterinarios.
Con la terminación del paro, las empresas del sector están desbordadas de trabajo. Algo similar se registra en la agencia de Western Union, en Ambato.

Estefanía Galet, concesionaria de la calle Juan Montalvo, se mostró preocupada debido a que varios paquetes para el extranjero se quedaron. Por esa razón decidió no trabajar en la última semana.

Gabriela Sánchez, una cliente, intentó enviar un paquete a su amiga en México, pero no logró por la suspensión de envíos.
La cuencana Carmen Castro seguía a la espera de un sobre que contenía un permiso de salida del país de su nieto hasta el mediodía de ayer. Él viajará a Chile mañana.

Su hija envió el documento el pasado 17 de junio vía urgente y debía recibirlo en Cuenca cinco días después. La mañana del pasado jueves se comunicó con la empresa UPS de Guayaquil, sin embargo le informaron que todo estaba paralizado y que las entregas hacían solo vía terrestre. Espero que el documento me llegue hasta mañana (3 de julio de 2022), de lo contrario mi nieto, menor de edad, puede perder el vuelo”, dice Castro.

Cuantiosas pérdidas

Rodrigo Páez, vicepresidente de la Asociación Ecuatoriana de Empresas de Mensajería Expresa y Courier (Asemec), indica que durante estos 18 días se paralizaron unos 6 000 puestos de trabajo, especialmente en urbes como Quito, Imbabura, Tulcán, Latacunga, Riobamba y Ambato. Algunas de estas funcionan como ciudades intermedias, es decir, sitios estratégicos para consolidar los paquetes y cargas de otros lugares para luego despacharlos a 364 puntos de destino a escala nacional.

Uno de los principales problemas que identificó la Asemec fue que la paralización de sus camiones y mensajeros tuvo un efecto directo para el comercio electrónico en el Ecuador. Estiman que cerca de USD 600 000 diarios en mercadería, que se vende por Internet, no logró llegar a los distribuidores. Esto junto a las pérdidas por el estancamiento en la mano de obra superan los USD 12 millones por 18 días de movilizaciones.

Antonio Cedeño, gerente de Tramaco, ve que la situación no será fácil en los siguientes meses. Poco antes de la finalización del paro, él ya temía por no lograr cancelar los sueldos de sus trabajadores porque más del 40% de sus operaciones se paralizaron por completo durante la medida de hecho.

Para los empresarios de este sector, para la recuperación es urgente que el Gobierno revise el artículo 26 de la Ley General de Servicios Postales. Esta normativa establece que “los operadores postales pagarán una contribución del 1% de los ingresos totales facturados y percibidos”.

Asimismo, ellos reclaman que las autoridades deben ser más exigentes con los emprendimientos que ofrecen este tipo de servicios de manera ilegal. “Los operadores fantasmas, que no pagan impuestos y que ni siquiera invierten en su cadena logística, ahora son quienes más ganancias obtienen por esta operación”, reclama Cedeño.

El reto será retomar el ritmo

Carlos Tapia sabe que este será un duro y complicado fin de semana. Él es empleado en una empresa de mensajería en Quito. Este sábado 2 de julio, tras varios días de intermitencias, logró finalmente llegar a trabajar, pero su jefe les advirtió que tendrán que poner todo en marcha en el menor tiempo posible.

Las paralizaciones implicaron un retraso de hasta 72 horas para varios servicios de paquetería. Asimismo, las empresas que lograron mantenerse activas tienen una producción represada que requiere ser despachada rápidamente.

Esa situación preocupa a Mariana Cedeño, quien tiene un emprendimiento de cosméticos, que funciona en el centro de Quito.
A inicios de esta semana hizo un pedido a su proveedor en el sector de la Bahía, en Guayaquil; sin embargo, la empresa de paquetería le dijo que posiblemente el lunes pudiera llegar la encomienda debido a los retrasos.

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Posted by El Comercio on Friday, July 1, 2022