Agricultores cerraron algunas vías del Guayas en reclamo al bajo precio del arroz y el contrabando, el 10 de octubre del 2017. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
El paso ilegal de productos agrícolas a a través de las fronteras ecuatorianas afecta al empleo en el sector arrocero y ha llevado a la desesperación a los cebolleros.
Según el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae), los alimentos representan el cuarto producto que más ingresó por contrabando al país entre los meses de mayo y septiembre de 2017. En valores, las aprehensiones representaron USD 2,2 millones. Arroz, cebolla, maíz, frutas, papa y granos secos son los que más ingresan de manera ilegal.
Por Tulcán (Carchi), en la frontera norte, ingresan principalmente frutas, mientras que en el sur, por Macará (Loja) y Huaquillas (El Oro), el arroz y la cebolla son los productos de mayor contrabando.
Mayor eficiencia en los controles fronterizos e incentivos que permitan bajar los costos de producción son algunas de las peticiones que hacen los productores de arroz y cebolla.
Hace dos semanas, el ministro de Agricultura, Rubén Flores, anunció que para frenar el contrabando se implementan acciones en las fronteras.
De acuerdo con la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua del Instituto Nacional de Estadística y Censos, para 2016 en el país se contabilizaban 5,39 millones de hectáreas de labor agropecuaria; 15,7% son cultivos transitorios.
En estos, el arroz se ubica entre los primeros en la lista de producción, con un rendimiento promedio de 4,19 toneladas métricas por hectáreas cada año.
En Ecuador existen cerca de 60 000 productores de arroz, según datos de la Cámara de Agricultura; el 80% son pequeños productores.
La siembra de arroz genera unas 100 000 fuentes de empleo en las 300 000 hectáreas de cultivo que tiene el país, en provincias como Guayas, Los Ríos y El Oro.
Para Kléber Sigüenza, presidente de la Cámara de Agricultura de la Zona II, una mejora en la productividad y una reducción en la tasa de interés de los créditos son medidas indispensables para disminuir el contrabando y fortalecer la competitividad en mercados internacionales.
La producción de arroz fue de 1,7 millones de toneladas el año pasado, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Ganadería. Mientras que en Perú fue casi el doble: 3,1 millones de toneladas.
El agricultor Antonio Salazar cree que el problema del sector no es la productividad. Dice que los arroceros son eficientes y generan entre 8 y 10 toneladas por hectárea; pero que los precios de la saca de arroz de 200 libras no los hacen competitivos. El precio de sustentación del arroz está fijado en USD 35,5 mientras que el producto peruano se comercializa en USD 23.
La cebolla paiteña es otro de los productos que ingresan por contrabando. Los cebolleros denuncian que la situación data de 2014, pero que a comienzos de septiembre de este año se agudizó la crisis que los tiene al borde de la quiebra.
El producto que ingresa desde Perú se comercializa entre USD 3 y 5, lo que los obliga a bajar sus precios para ser competitivos. Pero esto no cubre los costos de producción, que superan los USD 10 el quintal.
Cerca de 5 000 agricultores y 360 000 jornaleros en las provincias de Santa Elena y Manabí han sufrido las consecuencias, señala el agricultor Ángel Zamora, quien preside la Asociación de Hortofruticultura de la Costa.
A pesar de las reuniones con el ministro, Zamora afirma que la situación se mantiene igual. Una crisis que podría llevarlos a suspender definitivamente la siembra de cebolla.
“Qué haremos con la cebolla que aún tenemos”, se pregunta Zamora. Y añade: “Si se nos pudre se la tiraremos al Ministerio de Agricultura como el año pasado”.
Los productores están desesperados, y en ello coincide Lenin Mera, agricultor de Santa Elena. El confía en la palabra de las autoridades, pero dice que no descarta bloqueo de vías y movilizaciones.
A pesar de las pérdidas monetarias siguen vendiendo la cebolla “porque las deudas no esperan” y deben cancelar los salarios de los jornaleros.
Los agricultores coinciden en que las soluciones pasan por la eliminación del Comprobante de Origen Nacional de Productos Agrícolas (Conpa). Consideran que este mecanismo los ha perjudicado más de lo que los ha beneficiado, ya que ha permitido comercializar en el país como ecuatoriana la cebolla peruana.