Violación y embarazo forzado: Dos niñas comparten la misma tragedia

El embarazo precoz es uno de los motivos por los que menores de 18 años contraían matrimonio en el país. Foto: Jenny Navarro/ EL COMERCIO.

El embarazo precoz es uno de los motivos por los que menores de 18 años contraían matrimonio en el país. Foto: Jenny Navarro/ EL COMERCIO.

En el Perú, el aborto solo es legal si la madre corre un inminente peligro de muerte. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.

Aunque separadas por miles de kilómetros, dos niñas de 10 años, una de Perú y otra de Argentina, comparten la misma tragedia: fueron violadas por sus tíos y ahora se ven forzadas a llevar adelante un embarazo ante el inminente riesgo que representa inducirlas a un aborto terapeútico.

"Tras ser violentadas sexualmente, tienen que sufrir una nueva violencia: ser madres a la fuerza", dijo a dpa la socióloga y activista peruana Jessenia Cassani.

Ambos casos se conocieron en agosto. La primera niña, de la ciudad andina peruana de Cutervo, acusó a su tío de 68 años de haberla violado meses atrás. Su madre, ante sospechas de un posible embarazo, la llevó al hospital y los médicos confirmaron que la menor tenía seis meses de gestación.

"Es un embarazo de alto riesgo. Una niña de 10 años no está preparada para esto. Su útero, su pelvis y sus órganos no están listos para alojar a un bebé", dijo un médico de la localidad, Edmundo Zambrano.

La niña llegó a un hospital en Lima para ser atendida por médicos especialistas, quienes dicen que es posible realizar un aborto terapeútico porque la gestación pone en riesgo su vida, pero que esa práctica podría ser aún más peligrosa por su avanzado estado.

En el Perú, el aborto solo es legal si la madre corre un inminente peligro de muerte. La iniciativa legal para ampliar las causales por casos de violación, impulsada por colectivos sociales feministas, se ha visto siempre truncada por posiciones conservadoras y religiosas.

El otro caso genera indignación en la ciudad argentina de Mendoza. La pequeña fue llevada con fuertes dolores abdominales a un hospital pediátrico y tras la revisión de rutina, los médicos se sorprendieron al descubrir que cursaba un embarazo de ocho meses.

La menor, de físico robusto, no se percató de su estado. Al parecer su familia tampoco, aunque su madre confesó que la pequeña podría haber sido víctima de una violación.

Poco después, el tío de la niña, de 23 años, fue detenido tras ser acusado de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo.

La ayuda llegó tarde para la pequeña y abrió una polémica, que más que legal se tornó sanitaria: ¿podía una menor abortar un embarazo de ocho meses, más allá de que la ley lo permite en Argentina en casos de violación?

El abogado de la menor, Diego Lavado, subrayó que "el embarazo de una niña por debajo de los 13 años legalmente es producto de una violación".

"Si está el consentimiento del progenitor, el médico debería proceder a la interrupción", señaló el especialista en derechos humanos.

Según el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM), el embarazo en niñas tiene consecuencias inmediatas y duraderas en temas de salud, educación, relaciones sociales, posibilidad de desarrollo y potencial para generar ingresos. En cuanto a consecuencias físicas, "el mayor peligro es que las niñas pueden sufrir el trabajo de parto durante varios días. La pelvis no crece por completo hasta más avanzada la adolescencia, lo que significa que las menores pueden no ser capaces de empujar al bebé durante el parto natural", precisa el CLADEM.

En Argentina, en 2015 se registraron en el país 2 787 nacimientos de madres menores de 15 años sobre un total de 770 040 nacidos vivos.

Es decir que 3,6 nacimientos de cada 1 000 corresponden a una madre de 14 años o menos, según estadísticas de UNICEF.

Un informe oficial del Ministerio del Salud del Perú revela que en ese país,entre 2011 y 2016, se registraron alrededor de 11 000 niñas madres de entre nueve a 12 años. D

e las denuncias recibidas por violencia sexual, en el Perú un 75 por ciento de los casos corresponde a menores, mientras que en Argentina es de un 53 por ciento.

En ambos países, el agresor suele ser varón y familiar directo de la víctima. En 2012, según un informe regional del CLADEM, los números de partos de niñas menores menores de 14 años en América Latina y el Caribe mostraban que casi 60 690 menores se convirtieron en madres.

En el transcurso de los años no se observa una disminución importante. "La cultura de violación está instalada en la sociedad y emite mensajes que refuerzan el pensamiento machista. Los varones se piensan con derechos sobre los cuerpos de las mujeres y por lo tanto no los respetan. Ese mandato de masculinidad dice que se puede someter a la mujer a través de la violencia sexual", explica Cassani.

El CLADEM advierte que cada año se producen en el mundo dos millones de partos de niñas menores de 15 años. De mantenerse esa tendencia, la cifra podría llegar a tres millones en 2030.

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