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Venezuela oficializa la devaluación y no proveerá de divisas

Detalle del precio de una lata de refresco en un supermercado, ayer, con el valor de las dos monedas: el bolívar antiguo y el bolívar soberano. Foto: EFE

Detalle del precio de una lata de refresco en un supermercado, ayer, con el valor de las dos monedas: el bolívar antiguo y el bolívar soberano. Foto: EFE

Los venezolanos hicieron fila ayer en algunos bancos de Caracas, para conseguir los nuevos billetes que imprimió el Estado para frenar la hiperin­flación. Foto: EFE

Venezuela puso ayer, 21 de agosto del 2018, en marcha un nuevo sistema cambiario con una devaluación de 96% del bolívar, en un cuestionado plan de reformas que busca sacar al país petrolero de la debacle económica.

Un día después de la entrada en circulación de nuevos billetes -que restaron cinco ceros a la moneda local- el Banco Central de Venezuela (BCV) publicó una tasa de 68,65 bolívares por euro (unos 60 bolívares por dólar), formalizando una macrodevaluación mencionada hace cuatro días por el presidente Nicolás Maduro.

Bajo las viejas denominaciones, la tasa salta de 248 210 a 6 millones de bolívares por dólar, como se esperaba cuando Maduro ancló el bolívar a la criptomoneda estatal petro y estableció sus valores.

El Mandatario fijó el petro en 3 600 nuevos bolívares, y lo equiparó a un barril de crudo venezolano, en unos USD 60, por lo que se infería la cotización que ahora hizo pública el BCV.

Una primera subasta de divisas en el naciente esquema cambiario está prevista para hoy, tras la derogación de una ley que establecía multas y penas de cárcel a quienes transaran divisas al margen de un férreo control de cambios vigente desde hace 15 años.

El Gobierno de Venezuela autorizó a la banca a comprar divisas pero no a venderlas, en un nuevo sistema cambiario que arrancó con la nueva medida de devaluación.

“Toda la banca nacional, pública o privada, puede recibir divisas del menudeo para cambiarlas a bolívares soberanos a personas naturales, nacionales o extranjeras”, manifestó en rueda de prensa el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez.

Sin embargo, en otra conferencia, el ministro de Economía, Simón Zerpa, aclaró que las instituciones bancarias “no podrán vender divisas”.

Luego de la derogación de una ley que castigaba con multas y penas de cárcel de hasta 15 años a quienes transaran divisas al margen de un control fuerte de cambio, vigente desde el 2003, el Gobierno había aceptado inicialmente estas operaciones solo a través de casas de cambio “autorizadas”.

Analistas aseguran que el Gobierno busca captar dólares para hacer frente a su crítica situación financiera.

“Interesante sería si dijeran que puedes ir a los bancos a comprar dólares. Quieren captar dólares por donde sea y hacerlo solo por casas de cambio era muy restrictivo”, dijo a la AFP el economista Leonardo Vera. El Gobierno necesita urgentemente liquidez, en momentos en que la renta petrolera se desploma y el déficit roza el 20% del PIB.

El Estado venezolano no proveerá divisas en las nuevas subastas que hará el Banco Central (BCV), pues los nuevos términos de estas pujas se determinarán por “la oferta y la demanda entre privados”, informaron voceros de la Comisión de Economía de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

“El Estado no va a participar como proveedor (...) ahora los proveedores son los privados, el Estado lo que hace ver es el origen, el uso y el destino”, dijo en una entrevista al canal estatal VTV el presidente de la Comisión de Economía de la ANC, Andrés Méndez.

Después de días de nerviosismo alrededor de la reconversión monetaria, el país volvía ayer a la normalidad.

La mayoría de comercios abrió y los pagos electrónicos funcionaban. Desde temprano, los caraqueños hacían largas filas en cajeros electrónicos que dispensaban los nuevos billetes, con un límite de 10 bolívares, insuficientes para tomarse un café.

Mientras tanto, la oposición realizó ayer un paro nacional en contra de la reconversión monetaria. A la par, el oficialismo realizó su propia marcha para respaldar a Maduro y a las medidas económicas con que espera salir de la crisis.