El presidente tunecino, Kais Said, decretó el lunes 16 de julio del 2021 el cierre durante los dos próximos días de las administraciones centrales, servicios externos, autoridades locales y establecimiento públicos de carácter administrativo para permitir a sus responsables la organización de los empleados en turnos de teletrabajo o presenciales con el fin de limitar los contagios.
Esta medida, que podrá ser prolongada por el presidente, no concierne al Ejército, las fuerzas de seguridad, agentes de la Aduana y empleados de la sanidad pública, explicó la Presidencia de la República en un comunicado de prensa.
Asimismo las instituciones que cuenten con un servicio en línea, subrayó, estará obligadas a garantizar sus labores mientras que los trabajadores del sector educativo y de la infancia recibirán directivas específicas.
En un segundo decreto, el mandatario prolongó en dos horas el toque de queda, que dará comienzo a las 19:00 horas locales hasta las seis de la mañana, y la prohibición de circular con vehículos a motor en todo el territorio durante dicha franja horaria excepto los casos de urgencia sanitaria y empleados nocturnos.
Según estas nuevas restricciones, que se aplicarán desde hoy hasta el próximo 27 de agosto, las reuniones de más de tres personas en el espacio público tampoco estarán permitidas.
Este anuncio se produce 24 horas después de que el mandatario destituyese por sorpresa al primer ministro, Hichem Mechichi, y suspendiese el Parlamento por un periodo de 30 días “para recuperar la paz social y salvar al Estado y la sociedad”, decisión que la mayoría de fuerzas parlamentarias, así como expertos en derecho, califican de “golpe de Estado”.
El pasado sábado Túnez registró un nuevo récord diario de decesos con 317 víctimas, y superó la barrera de los 18:000 muertos desde el comienzo de la pandemia, la tasa de mortalidad más alta del continente según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según el balance oficial, suman ya más de 570 000 positivos y el país se enfrenta a una cuarta ola del coronavirus, acelerada por la aparición de la variante Delta a finales de junio, que deja cada día entre 100 y 200 muertes.
Un total de 21 de los 24 departamentos de Túnez permanecen desde junio bajo un confinamiento total, una medida descartada en el ámbito nacional por el poder central, que lo justificó por las repercusiones sociales y económicas.
En su lugar, prolongó hasta el 31 de julio el toque de queda, la prohibición de desplazamientos entre provincias, las celebraciones sociales, y eventos deportivos y religiosos; aunque dichas restricciones apenas se respetan en la práctica.
Tras el arranque de la campaña de vacunación a mediados de marzo, se han administrado cerca de 2,6 millones dosis aunque poco más de 900 000 tienen la pauta completa. Pese a las acciones de sensibilización, tan sólo 4 millones de personas se han inscrito en la plataforma digital EVAX para ser vacunadas de manera voluntaria y gratuita.