Cintya Fonteina y Daniel Arias, padres de Julieta, una niña de 8 años, contaron la historia dramática de la muerte de su hija a causa del covid-19.
El 8 de junio del 2021, Julieta tuvo un sarpullido en el cuerpo. “Comprale Caladryl, eso es un estado alérgico”, recomendó el pediatra a la madre de la niña, según informa El Clarín. Los padres siguieron la recomendación del profesional de salud y compraron la crema.
“Se lo pusimos cada cuatro horas. A los tres o cuatro días desapareció sin ningún otro síntoma. Quedamos como que era una erupción, una alergia y se fue”, dijo Cintya.
El médico sabía que toda la familia había contraído coronavirus unas semanas atrás, puesto que Cintya se realizó una prueba PCR en la Unidad de Pronta Atención (UPA) de Lanús, Buenos Aires (Argentina) y obtuvo un resultado positivo el 26 de mayo del 2021. De esa manera, se asumió que Daniel, Julieta y Selena, la otra hija de 16 años, se contagiaron del virus. Sin embargo, ellos no se realizaron una prueba de detección anticovid.
Tres días después, Daniel Arias y Selena presentaron síntomas de fiebre y tos seca, mientras que la pequeña Julieta no tuvo ninguno.
La familia realizó el aislamiento en su hogar. Por fortuna, ninguno requirió ser hospitalizado. Una vez transcurrido el tiempo, todo el grupo fue dado de alta.
“Nosotros tocábamos el cielo con las manos porque salimos de eso y las nenas no tuvieron complicaciones. Nunca nos imaginamos lo que vendría después”, expresó Daniel.
Luego de veinte días del sarpullido en el cuerpo de Julieta, se presentaron nuevos síntomas propios del covid-19. La menor tuvo malestar gastrointestinal y fiebre alta de 39°7.
Cintya y Daniel llevaron a la niña al Hospital Evita de Lanús para que la revisaran. En el lugar, le hicieron un hisopado y una radiografía del tórax. “La doctora nos dijo que tenía como un puntito de una neumonía, que si no se le trataba, se podía agravar y hacer más grande”, contó la madre de Julieta, de acuerdo a El Clarín.
La indicación de la experta fue que la niña tomara amoxicilina 750 cada 8 horas y en el caso de que presentara vómitos, los padres debían trasladar a Julieta al hospital.
Después de la segunda toma del medicamento, Julieta vomitó. Cintya y Daniel la llevaron al centro médico. Allí, los doctores tomaron muestras de sangre y orina de la menor. Mientras los padres se encontraban a la espera de los resultados, el estado de Julieta se agravó, con diarrea y vómitos, así que los doctores internaron a la niña de urgencia.
Cintya mencionó a la especialista sobre la erupción en la piel que Julieta presentó hace días. “Cuando le mostré la foto a la doctora, me dijo ‘eso es covid’. Yo no lo podía entender. Había pasado un mes desde que tuvimos el virus y venía de lo más bien”, recordó la mujer.
Al día siguiente, con los resultados de una prueba PCR, los doctores confirmaron que Julieta tenía covid-19. Para ese entonces, la niña ya no podía respirar y los doctores procedieron a intubarla. “El oxígeno no servía, tenía mucha taquicardia y no le bajaba la temperatura”, dijo Cintya, que ese mismo día se despidió de su hija antes de que la pusieran en una unidad de cuidados intensivo (UCI).
En la mañana del viernes 9 de julio del 2021, Daniel recibió una llamada del hospital para avisarle que Julieta presentaba un cuadro severo y no reaccionaba con la medicación. Al poco tiempo de eso, los doctores confirmaron a los padres, que la pequeña sufrió un paro cerebral irreversible. Fue entonces, cuando la niña falleció.
El covid-19 le provocó a Julieta una infección en todos sus órganos vitales: pulmones, corazón, hígado que se denomina “síndrome inflamatorio multisistémico”, según El Clarín.
“Fue un balde de agua fría. Nos desestabilizó a todos”, expresó el padre entre lágrimas. “Nos dicen que los chicos no se enferman y era mentira. Si hubiéramos sabido antes lo de las manchitas, esto sería muy distinto. Quedamos a la mitad, nos falta otra mitad que es mi hijita”, manifestó la madre de la víctima.
Los padres de la niña sintieron gran indignación porque advirtieron a los doctores sobre la mancha en los pulmones de la niña y el sarpullido corporal que presentó; sin embargo, no recibió la atención oportuna. “Esto te lleva a tener muchísimas dudas de cómo fue atendida. Nos decían: ‘Nos preocupa la gastroenteritis, la diarrea, la fiebre alta’”, enfatizó Daniel.
Ahora, la familia de la menor fallecida considera pertinente que se vacune a todos los niños contra el covid-19 y que se de más información sobre cómo este virus impacta a los menores de edad.
“Si tienen hijos chiquitos y ven unos granitos raros en su cuerpo, vayan a ver qué está pasando. El sarpullido es un síntoma y nosotros nos venimos a enterar ahora. El médico de cabecera tendría que habernos dicho, más sabiendo que tuvimos coronavirus”, lamentan los padres de Julieta, de acuerdo al reporte de El Clarín.