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Los superricos contaminan un millón de veces más que cualquier persona

El informe expone que muchas empresas están lejos de diseñar planes de transición climática y se esconden tras planes de descarbonización utópicos. Foto: Pexels.

Según la organización Oxfam Intermón, un milmillonario emite un millón de veces más gases de efecto invernadero que una persona corriente que pertenezca al 90% de la población menos rica del planeta debido a sus inversiones, ya que genera anualmente tres millones de toneladas de dióxido de carbono.

‘Milmillonarios de carbón: las emisiones de las inversiones de las personas más ricas’ es el estudio de esta organización, que analizó las inversiones de 125 milmillonarios de 183 de las mayores empresas del mundo -que cuentan con, al menos, el 10% de las acciones de estas corporaciones- y que juntos poseen una riqueza conocida de USD 2,4 billones.

Así, las inversiones de todos los empresarios investigados juntos suponen la emisión de 393 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año, una cantidad equivalente al promedio anual de emisiones de países como Francia, Egipto o Argentina.

Estas cantidades de contaminación podrían ser mayores, según los autores del estudio, si las grandes empresas no “subestimasen sistemáticamente su nivel de huella de carbono”.

El responsable de cambio climático de Oxfam Intermón, Nafkote Dabi, sostiene que la enorme y creciente responsabilidad de las personas pudientes ante las emisiones totales no suele tratarse o tenerse en cuenta a la hora de elaborar políticas climáticas.

“Esto tiene que cambiar. Estos inversores milmillonarios en lo más alto de la pirámide empresarial tienen que aceptar su impacto en la aceleración de la crisis climática. Llevan demasiado tiempo eludiendo responsabilidades”.

Medidas urgentes

En promedio, las emisiones derivadas del tren de vida de los milmillonarios, sus jets privados y sus yates son miles de veces más altas que las de cualquier persona, “lo cual ya es inaceptable por completo. Pero si analizamos las emisiones derivadas de sus inversiones, la cifra es más de un millón de veces más alta”, afirma Dabi.

Ante estas cifras, los gobiernos deben tomar medidas “urgentes” para hacer públicas las emisiones de las personas más ricas, a través de la regulación de los inversores y las grandes empresas para “reducir drásticamente sus emisiones, recomienda el estudio”.

Inversiones contaminantes

En promedio, el 14% de las inversiones de los milmillonarios van destinadas a “industrias contaminantes” como las energéticas o las productoras de materiales como el cemento, mientras que solo uno de los 125 milmillonarios analizados invirtió en una empresa de energía renovable.

Además del total de empresas estudiadas, tan solo un 16% se ha comprometido a alcanzar las cero emisiones netas.
Por ello, Dabi ha pedido “cambios radicales” en las prácticas empresariales de los inversores, las empresas y las políticas públicas para así poder alcanzar el objetivo de no superar los 1,5 grados de calentamiento global.

“Las elecciones que los milmillonarios hacen al invertir determinan el futuro de nuestra economía, por ejemplo, al apoyar infraestructuras altas en carbono, lo cual nos condena a altas emisiones durante décadas”, añade Dabi.
Si los milmillonarios de la muestra redirigieran sus inversiones a fondos con mayores estándares sociales y medioambientales, podrían reducirse sus emisiones hasta cuatro veces, recalca el informe.

Un impuesto

Los autores concluyen que las personas ricas juegan un papel “desproporcionadamente grande” en la economía de combustibles fósiles. De allí que solicitan un impuesto a los ricos que, a su juicio, podría recaudar hasta USD 1,4 billones al año. También han pedido una “pronunciada” subida de impuestos a las inversiones en industrias contaminantes.

“Los superricos deben pagar impuestos y atender a regulaciones que los alejen de inversiones contaminantes que destruyen el planeta. Y los gobiernos deben también elaborar normas y políticas ambiciosas que obliguen a las empresas a rendir cuentas y ser más transparentes a la hora de publicar y reducir drásticamente sus emisiones”, finalizan.


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