Condenan a 30 de años de cárcel al primer extraditado por genocidio en Ruanda

Bandora era, en 1994, un alto cargo del Movimiento Nacional Republicano por la Democracia y el Desarrollo (MRND)

Bandora era, en 1994, un alto cargo del Movimiento Nacional Republicano por la Democracia y el Desarrollo (MRND)

Charles Bandora era, en 1994, un alto cargo del Movimiento Nacional Republicano por la Democracia y el Desarrollo (MRND). Foto: Twitter / @mukamana25

El Tribunal Supremo de Ruanda condenó este viernes 22 de marzo de 2019 a Charles Bandora, quien fue el primer fugitivo del genocidio de 1994 extraditado al país africano, a 30 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad.

Bandora era, en 1994, un alto cargo del Movimiento Nacional Republicano por la Democracia y el Desarrollo (MRND), el partido del expresidente Juvénal Habyarimana, cuyo asesinato desencadenó el genocidio contra los tutsis en el que murieron al menos 800 000 personas en 100 días.

Estaba acusado de entrenar y dar armas a milicias de las juventudes hutus del Interahamwe, y de supervisar personalmente las masacres de la región de Bugesera (sureste).

Tras el genocidio, Bandora huyó del país y fue arrestado en Malaui, pero fue liberado en extrañas circunstancias, tras lo cual viajó a Europa.

En 2010, las autoridades noruegas le arrestaron en el aeropuerto bajo la sospecha de que viajaba con documentos falsos, y tras varias apelaciones y peticiones de asilo, el Tribunal de Oslo aceptó la extradición a Ruanda, que se produjo en 2013.

"Tras examinar las razones presentadas por la defensa para revocar la sentencia de 2015 que le condenaba a 30 años de cárcel, la Corte Suprema las encuentra injustificadas y por ello mantiene la sentencia a 30 años", dijo hoy el presidente de este tribunal, Sam Rugege.

Rugege tenía que dictar sentencia firme tras la apelación del acusado el pasado noviembre a la sentencia de un Tribunal Superior.

Bandora está acusado particularmente de haber ordenado el asesinato de 400 tutsis que buscaban refugio en una iglesia de Ruhuha entre el 7 y el 13 de abril de 1994.

Más de 9 000 tutsis están enterrados en el memorial de esta localidad, de la provincia del este, donde Bandora cometió los crímenes de los que se le acusa.

Bandora fue el primer fugitivo en ser extraditado a Ruanda para su juicio, pero hasta la fecha solo 22 de los 1.000 acusados de genocidio que viven fuera del país han sido extraditados.

El último extraditado fue Wenceslas Twagirayezu, que fue repatriado desde Dinamarca el pasado 11 de diciembre.

El conflicto de Ruanda, que cumple el próximo mes 25 años, estalló el 6 de abril de 1994 tras el asesinato de Habyarimana, que murió junto al de Burundi, Cyprien Ntaryamira, después de que el avión en el que viajaban fuera derribado, aunque existían indicios claros de la situación que se estaba gestando desde meses antes.

La matanza que siguió -el Gobierno ruandés acusó a los rebeldes tutsis del Frente Patriótico Ruandés (RPF, en inglés) del asesinato- terminaría con la vida 800 000 tutsis y hutus moderados en poco más de tres meses.

Desde entonces, muchos responsables del genocidio han huido a lugares como Europa, Canadá o Estados Unidos por temor a ser juzgados en Ruanda, donde alegan no recibir un juicio justo.

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