El papa Francisco pidió a los obispos que trabajen “por la reconciliación y la paz entre todos los miembros de la familia irlandesa”. Foto: EFE.
El papa Francisco insistió este domingo (26 de agosto del 2018) en la necesidad de que la Iglesia reconozca y remedie con “honestidad” y “valentía” los errores del pasado respecto a los casos de abusos, durante un encuentro con los obispos de Irlanda en su viaje a este país.
Durante el último acto de este viaje a Irlanda, adonde llegó el sábado 25 de agosto, para participar en el Encuentro Mundial de las Familias, el Papa retomó el tema de los abusos de la Iglesia, que afrontó en varios actos ante la herida aún abierta de lo que sucedió en este país durante décadas con miles de víctimas.
Animó a los obispos en “estos momentos de desafíos” a “perseverar en vuestro ministerio de heraldos del Evangelio y pastores del rebaño de Cristo”.
Agradeció a los prelados, reunidos en el convento de las Monjas Dominicanas de Dublín, la labor de ayuda a los sacerdotes “cuya pena y desánimo causados por los recientes escándalos son a menudo ignorados”.
“Un tema recurrente de mi visita ha sido, por supuesto, la necesidad de que la Iglesia reconozca y remedie con honestidad evangélica y valentía los errores del pasado con respecto a la protección de los niños y los adultos vulnerables”, recordó.
Y valoró los esfuerzos realizados por la actual Iglesia de Irlanda en la prevención, donde gracias a mecanismos de control se ha logrado reducir los casos y sobre todo denunciar a los abusadores.
“En estos años todos hemos tenido que abrir nuestros ojos ante la gravedad y el alcance de los abusos sexuales en diferentes contextos sociales”, dijo a los prelados.
Y aseguró que “la honestidad y la integridad con que la Iglesia (en Irlanda) decide abordar este capítulo doloroso de su historia puede ofrecer a toda la sociedad un ejemplo y una llamada”.
El Papa que llegó a una Irlanda donde la “conmoción de los últimos años ha puesto a prueba la fe tradicionalmente fuerte de los irlandeses”.
Pero explicó que esto ha servido a “una renovación interior de la Iglesia en este país y ha indicado modos nuevos de concebir su vida y su misión”.
“No se desanimen cada vez que ustedes y su pueblo sientan un pequeño rebaño expuesto a desafíos y dificultades”, instó.
Y pidió a los obispos que trabajen “por la reconciliación y la paz entre todos los miembros de la familia irlandesa”.
Con este acto, el papa Francisco concluyó su viaje a Irlanda para el Encuentro Mundial de las Familias, en el que el tema de la pederastia y de los abusos ha estado muy presente, sobre todo tras el informe de la Justicia en Pensilvania, en Estados Unidos, que reveló hasta 1 000 casos de menores abusados por cerca 300 sacerdotes en las pasadas décadas.