Imagen referencial. Un hombre vendió a su hijo tras haber perdido su empleo por la pandemia del covid-19. Foto: stocksnap.
Por 163 000 yuanes (USD 23 300) vendió un padre a su hijo recién nacido tras haber perdido su empleo debido a la crisis del covid-19. De acuerdo con información difundida por el medio británico Daily Mail, el hombre, residente en China, realizó la venta por Internet y no conocía a la persona que compró al bebé.
El hombre, dice el medio británico, tenía dos hijos de siete y dos años y aseguró haber estado bajo una gran presión financiera tras haber pedido su empleo. Tiene otros dos hijos y persuadió a su esposa para que acceda a la venta ilegal.
El bebé fue vendido cuando tenía 40 días de nacido a una mujer que “estaba desesperada por un niño”.
El caso fue dado a conocer por el sitio de noticias chino Anhui Net, que cita informes de la policía local. La transacción, según el reporte, llamó la atención de las autoridades cuando la mujer acusada de haber comprado al bebé fue vista a bordo de un tren con el recién nacido el pasado 30 de octubre.
La compradora, identificada únicamente por su apellido, Xu, fue cuestionada por las autoridades que determinaron que su comportamiento era sospechoso. Inicialmente dijo que había adoptado al bebé, pero tras interrogatorios admitió que había pagado para recibir al recién nacido.
Los padres biológicos del niño fueron interrogados el 3 de noviembre pasado. Según el informe, la mujer, identificada por su apellido Zhang, se quedó embarazada a inicios de este 2020 de forma accidental y tuvo que dejar a trabajar.
Su esposo, por otro lado, no podía encontrar trabajo debido a la pandemia del covid-19. El padre aseguró que vendió al bebé para reducir “la carga financiera de su familia”, que acumula deudas por la vivienda en la que reside y un vehículo.
La compradora, dice el Daily Mail, hipotecó su vivienda para obtener el dinero necesario para adquirir el bebé y viajó más de 1 412 kilómetros para conocer a la familia, a la que pagó 163 000 yuanes (USD 23 312), un collar y un brazalete de oro como compensación por venderle el recién nacido.
Los padres del bebé y la compradora se encuentran detenidos y son acusados por tráfico de menores de edad y el caso sigue bajo investigación. En China, el delito es penado con 10 años de prisión.