Las redes sociales, Twitter y Facebook, se inundaron de una imagen en la que se pedía justicia por el crimen de Esther. Foto: Captura
El cuerpo sin vida de una menor de 9 años fue hallado en una calle en la ciudad de El Alto, en Bolivia. Las autoridades informaron que el cadáver tenía signos de agresión sexual y asfixia. Tres hombres fueron detenidos por el crimen, uno fue condenado.
El pasado domingo 5 de julio del 2020, Bolivia se conmocionó con el hallazgo de cadáver de la Esther. Medios de comunicación locales informaron el cuerpo de la menor fue abandonado en una calle de la zona Luis Espinal, en El Alto.
Esther era la mayor de tres hijos, vivía con su madre y sus hermanos de 3 años y nueve meses, en una habitación sin baño en un conjunto de viviendas. La niña se había quedado en casa cuidando de su hermana de tres años, mientras su madre con el bebé salió a vender en un mercado para mantenerlas.
Yola Cavillo, la madre de la niña, dijo a los medios bolivianos que su hija era “una niña muy buena, noble y cariñosa. Se quedaba en la casa con su hermana, cuando salía me decía mamá te ayudaré, quería ser profesora”. También pidió a las autoridades hacer justicia y capturar a los involucrados en el asesinato de su niña.
El martes 7 de julio se realizó el sepelio de Esther. Familias, amigos y personas solidarias acudieron para acompañar a la madre. En esos días las redes sociales se inundaron con una imagen de la silueta de la niña donde se exigía justicia.
Según la versión de la Fiscalía, al principal sospechoso, un vecino de esa casa, se le vio la mañana del domingo en la habitación de la niña junto con otro hombre, un conductor del taxi donde supuestamente se la llevaron y desde donde tiraron su cuerpo en una calle de la zona Luis Espinal de El Alto. Un tercer sospechoso es un vendedor informal que, según un comunicado del Ministerio Público, “constantemente abordaba a la niña con regalos de su mercadería y que presentaba una actitud sospechosa”.
Zenón M., de 42 años, fue detenido y presentado como el principal sospechoso del crimen el miércoles 8 de julio. La policía boliviana aseguró que el hombre habría confesado su participación en el delito el día de su aprensión.
Iván Rojas, director de la fuerza policial, dijo que el hombre logró salir de la ciudad con la ayuda de allegados. Las autoridades aprehendieron a quienes supuestamente le ayudaron a escapar y a cuatro personas que dieron pistas falsas para entorpecer la investigación del crimen.
La presidenta interina, Jeanine Áñez, escribió en Twitter que instruyó al Ministerio de Justicia “que se realicen todas las acciones legales hasta llegar a una sentencia en contra del autor del asesinato y violación de la niña Esther”.
El jueves 9 de julio, la justicia determinó una sentencia de 30 años de privación de libertad de Zenón M.como autor de infanticidio de la niña Esther. El hombre se sometió a un juicio abreviado donde se conoció que la menor fue víctima de violación.
Los otros dos sospechosos también fueron detenidos, según las autoridades. La muerte de la niña, el caso de infanticidio número 33 en Bolivia este año, ha provocado una fuerte conmoción.