“El poder militar tiene que seguir incrementándose”, subrayó Nicolás Maduro tras el habitual desfile de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en el Paseo Los Próceres, en Caracas. Foto: AFP
El presidente Nicolás Maduro llamó el martes, 5 de julio, a aumentar el poder militar en Venezuela, mientras sube la tensión ante denuncias de que la justicia puede bloquear el referendo revocatorio que impulsan sus adversarios políticos.
Durante un discurso con motivo del día de la Independencia, Maduro defendió la necesidad de “un poder militar cada vez más grande” para librar una “guerra no convencional” en Venezuela.
El mandatario socialista se refirió en esos términos a lo que denuncia como un boicot a la economía para derrocarlo, del cual culpa a la oposición -incluidos empresarios- y a sectores de Estados Unidos, a los cuales no identifica.
“El poder militar tiene que seguir incrementándose”, subrayó Maduro tras el habitual desfile de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en el Paseo Los Próceres, en el oeste de Caracas.
Exhibiendo armamento y vehículos blindados, miles de efectivos de los cuerpos militares marcharon frente al gobernante, enfrentado a una ofensiva de la oposición -que controla el Parlamento- para deponerlo mediante un revocatorio.
Simultáneamente, aviones de combate, helicópteros y aeronaves de transporte de tropas surcaron los cielos de la capital en una mañana nublada.
Al tiempo que pedía aumentar el poderío militar, Maduro arremetió contra Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea, quien acusa al alto mando de sustentar a un gobierno que viola la Constitución y de ponerse por encima de los civiles.
“No te metas con los soldados, no te metas con los sargentos, no te metas con los capitanes. Métete conmigo, que soy el comandante en jefe de esta Fuerza Armada. ¡Cobarde!”, increpó el mandatario a Ramos Allup.
Además de criticar a los jefes militares, el legislador alertó en los últimos días que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) tiene lista una sentencia para frenar el referendo.
Según Ramos Allup, en “cualquier momento” el TSJ -al que llama bufete jurídico del gobierno- ordenará volver a recoger las firmas necesarias para activar la consulta.
“Que el TSJ pretenda pisotear el esfuerzo que hizo el venezolano (…) es echarle gasolina a la candela”, advirtió este martes el líder opositor Henrique Capriles.
Enfrentamiento por el referendo revocatorio
El pasado 13 de junio, Maduro presentó ante el TSJ una demanda por fraude en la recolección de las rúbricas. En tanto, dirigentes chavistas han interpuesto denuncias ante la Fiscalía por usurpación de identidad en ese trámite.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) exige al Consejo Nacional Electoral (CNE) que la consulta se celebre este año y, si Maduro pierde, convocar a elecciones.
Si el referendo tiene lugar después del 10 de enero de 2017, Maduro podrá designar a su sucesor.
El CNE deberá anunciar el 26 de julio si la MUD logró validar 200 000 firmas para pedir el revocatorio, que según Maduro es imposible realizar en 2016.
Rompiendo con la tradición, el presidente dejó de asistir a la sesión especial que cada año realiza la Asamblea con motivo de la fiesta nacional.
“A los diputados nos respaldan los votos del pueblo, y al régimen lo respaldan las bayonetas”, expresó Ramos Allup, para quien esta situación demuestra que en Venezuela “ hay una grave alteración del orden democrático ” .
El jefe legislativo sostuvo que, “así se tape los oídos”, Maduro “tendrá que escuchar lo que es un clamor de Venezuela” en cuanto a un cambio de gobierno.
Con una baja popularidad, el jefe de Estado afronta una crisis económica agravada por la caída del ingreso petrolero.
Esto se refleja en la escasez de 80% de los alimentos básicos y las medicinas, y la inflación más alta del mundo, de 180,9% en 2015 y proyectada en 720% por el FMI para 2016.
La FANB tiene vasto poder político y económico en el gobierno. De una treintena de ministros, diez son militares (seis activos y cuatro retirados) , a lo que se suma el manejo de empresas en sectores claves, como el de petróleo.
Capriles ha multiplicado sus llamados a los militares a decidirse si están del lado de la Constitución o del “madurismo”, mientras que Ramos Allup asegura que un sector castrense conspira contra el gobierno.