La prensa mexicana sufrió una nueva estocada con el hallazgo del cadáver del periodista Moisés Sánchez Cerezo, que había sido secuestrado el 2 de enero en Veracruz, este de México.
En una nueva trama que salpica a varias instituciones, las autoridades señalaron a policías como posibles autores materiales del crimen, presuntamente por órdenes del Alcalde de la municipalidad donde la víctima vivía. El fiscal del estado de Veracruz, Luis Ángel Bravo, informó anoche (25 de enero del 2015) que el cuerpo de Moisés Sánchez Cerezo, de 49 años, fue encontrado la madrugada del sábado en un paraje de las inmediaciones de la municipalidad de Medellín.
El cuerpo fue hallado envuelto en una bolsa negra en el municipio de Manlio Fabio Altamirano, una pequeña localidad de 20 300 habitantes del Estado de Veracruz, informó en conferencia de prensa el fiscal Luis Ángel Bravo.
El fallecimiento se remonta a “entre 20 y 24 días”, agregó el fiscal del estado de Veracruz, con costas en el Golfo de México y uno de los puertos más dinámicos.
Sánchez era propietario y editor de la publicación La Unión, donde denunciaba hechos delictivos en su comunidad y el alcalde de Medellín, Omar Cruz, solía ser blanco de sus críticas. Antes de ser secuestrado, había denunciado en las redes sociales que recibía amenazas de muerte.
Conexión entre la policía y el alcalde
El fiscal dijo que la localización del cadáver fue el resultado de la confesión de un ex policía municipal detenido durante la investigación del crimen, quien declaró haber participado en el asesinato de Moisés Sánchez, efectuado el mismo día en que fue secuestrado en su domicilio ubicado en el municipio de Medellín (59 000 habitantes), el 2 de enero pasado.
La fiscalía indicó que el detenido relató que en el secuestro y asesinato de Sánchez participaron “otras cinco personas”, y que el hecho fue cometido “por encargo directo de Martín López Meneses, subdirector de la policía municipal de Medellín”.
En su declaración, el ex policía reveló que el asesinato fue ordenado por López Meneses, chofer del alcalde de Medellín, Omar Cruz, a cambio de protección policial para que su banda pudiera realizar la venta de droga en ese municipio sin problema alguno.
La familia del periodista ya había manifestado sus sospechas de que detrás del secuestro estaría el alcalde. “Un día llegó una persona a su casa (de Sánchez Cerezo) que le dijo que el alcalde (de Medellín) estaba molesto por sus publicaciones y que le daría «un susto»”, dijo la familia a la organización francesa Reporteros Sin Fronteras.
Por su cargo, Omar Cruz tiene inmunidad legal y no puede ser detenido. Sin embargo, el fiscal dijo que pedirá al Congreso estatal que retire la inmunidad para poder detenerlo y presentar cargos en su contra.
Con la muerte de Sánchez, suman 11 periodistas asesinados durante el mandato del gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, quien asumió el cargo en diciembre de 2010.
Uno de los momentos más dramáticos del historial de ataques contra periodistas en Veracruz fue en mayo de 2012, cuando fueron encontrados los cadáveres de cuatro comunicadores en un canal de aguas negras, lo que llevó a Reporteros Sin Fronteras a clasificar a ese estado como el más peligroso del mundo para el ejercicio periodístico.