Las 10 en punto de la mañana de este martes, 12 de julio de 2022, se vence el plazo para que se presenten ofertas de compra sobre uno de los megaterrenos más valiosos de Bogotá, Colombia.
Está ubicado en uno de los mejores sectores de Ciudad Salitre, cerca del búnker de la Fiscalía, de la Embajada de Estados Unidos, del Tribunal Administrativo de Cundinamarca y del lujoso hotel Gran Hyatt.
De hecho, en el sector es conocido como el ‘lote diamante’. Según planos, tiene cerca de 8 689 metros cuadros, casi dos veces el terreno donde se levanta la Casa Nariño, residencia oficial del Presidente de Colombia.
Y es uno de los últimos predios que la Beneficencia de Cundinamarca obtuvo de la herencia del millonario colombiano José Joaquín Vargas, en 1937.
Diario El Tiempo investigó y estableció que se trata de un predio oficial y que el aviso de ‘Se vende’ se le instaló el 22 de junio pasado.
La encargada de realizar la convocatoria pública es la Empresa Inmobiliaria de Cundinamarca, que fue contratada, en octubre de 2021, por el dueño del magnífico predio: la Superintendencia de Notariado y Registro, que aspira a obtener 75 552 millones de pesos (USD 17 270 000 Aproximadamente) en esa transacción.
‘La plata se va por el sifón’
El proceso no tendría nada en particular de no ser porque la entidad que lo está vendiendo es, paradójicamente, una de las que más dinero recaudan: cerca de 1,2 billones de pesos por servicios de inscripción, certificación y copias de títulos, actos y documentos en notarías y en las 195 oficinas de instrumentos públicos de todo el país.
Además, en medio de un debate de control político –en agosto pasado– se le pidió expresamente a Fernanda García, actual superintendente de Notariado, no vender el ‘lote diamante’ hasta tanto se aclaren los problemas presupuestales que presenta esa entidad.
“Si no tenemos claridad presupuestal, no venda ese bien inmueble de la 26. Primero solucionemos el problema estructural; se lo digo porque esa plata se va a ir por los sifones. No venda los inmuebles, busquemos los recursos del presupuesto; es hora de revisar porcentajes”, aseguró el representante de Risaralda Gabriel Vallejo (Centro Democrático).
Pagando arriendos
Y así se lo ratificó a EL TIEMPO: “Es un acto de irrespeto y cortesía vender ese lote antes del cambio de gobierno. Y yo creo que ni este ni el nuevo Gobierno deben vender ese activo tan valioso”.
Y el presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de Notariado (Sintranore), Dehiby Villamizar, está de acuerdo con el congresista.
Y agrega que no entiende por qué se quiere vender el megalote que dos anteriores superintendentes (Jairo Mesa y Jorge Vélez) habían proyectado como la gran sede de la entidad, a través de una asociación público-privada (APP).
De hecho, se lo alcanzaron a ofrecer a la Fiscalía y a la Judicatura para ampliar y unificar oficinas. Pero el proyecto nunca se echó a andar.
En todo caso, la cabeza del sindicato dice que mientras el lote permanece inactivo, sus funcionarios en Bogotá están literalmente regados en tres inmuebles: la sede principal, en la carrera 7.ª con calle 26; otra en el barrio Teusaquillo y una más, alquilada en enero pasado, en el centro comercial San Martín. Por 10 meses se pagan 1 200 millones de pesos (USD 274 000 Aproximadamente).
Cero y van dos
EL TIEMPO estableció que, en diciembre de 2021, ya se había intentado que el ‘lote diamante’ cambiara de dueño.
Según escrituras, en 1987 pasó a manos del desaparecido Banco Central Hipotecario, y cuatro años después lo adquirió la Superintendencia de Notariado, por 1.068 millones de pesos de la época.
Pero, a mediados de diciembre, se tuvo que sacar una nueva convocatoria. La razón: la inmobiliaria señaló que no se había presentado ningún interesado. Además, que si alguien quiere ofertar esta vez, tendrá que consignar ya no el 30 por ciento (como se exigía primero), sino el 20 por ciento del valor: 15.110 millones de pesos.
En el debate de control político de agosto, la actual superintendente señaló que debía vender el lote por los graves problemas presupuestales que atraviesa la entidad.
Con plata, pero en líos
“Con el 28 por ciento del recaudo total que nos queda es muy difícil hacerles frente a los problemas de infraestructura. Cuando una entidad no tiene el ingreso, ¿qué hace? Se vende lo que tiene (…). Hice contacto con la Central de Inversiones (Cisa), para ver qué posibilidad habría de que sobre los inmuebles que tiene la Superintendencia a lo largo del territorio nacional (incluido el ‘lote diamante’) se pudiera hacer una oferta de compra para tener ese ingreso y poderlo invertir en las 195 oficinas”, explicó.
Y así lo ratificó en diálogo con EL TIEMPO, en el que advirtió, además, que, de venderse ese predio, el dinero le quedaría a la nueva administración de Petro. Y reveló que se pagan 1.880 millones de pesos de predial por ese activo que está quieto. También, que hasta ahora no se ha presentado ningún interesado.
‘Lo pusimos en venta desde diciembre’
La superintendente de notariado, Fernanda García, empezó por señalar que no es cierto que esté vendiendo el lote a última hora, sino desde diciembre. Y dijo que ello se debe a que la entidad tiene graves líos financieros: “Solo se queda con el 28 % de lo que recauda. Y el lote genera un predial de 1.886 millones de pesos al año, no se explotó y hay una norma que señala que si no lo explotamos, lo coge Cisa”.
Agregó que le dijo al Congreso que la entidad está mal desde hace 10 años, por lo que ellos aprobaron quitarle. Sobre el freno de la venta por el cambio de Gobierno, dijo: “¿Por qué? El Gobierno no se ha acabado, yo inicié la venta cuando Cisa quiso cogerlo. La entidad tiene muchas necesidades, por corrupción del robo de tierras, que es lo que los sindicalistas no muestran”.
Y agregó que de venderse, la plata la ejecutará la nueva administración. Y advirtió que en el empalme se dieron cifras y presupuestos y que se dejan 112 obras de infraestructura funcionando a pesar del presupuesto.