Jimmy Carter, quien se ha convertido en el presidente más longevo en la historia de Estados Unidos, celebra un récord, este martes 1 de octubre de 2024, desde su hogar en Plains, Georgia.
A pesar de enfrentar problemas de salud terminales, mantiene el entusiasmo por participar en las próximas elecciones, donde planea votar por la vicepresidenta Kamala Harris.
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Jimmy Carter y su paso como presidente de Estados Unidos
Según su familia, aunque Carter padece enfermedades graves, su mente y emociones siguen muy involucradas en los eventos actuales.
Carter, quien gobernó Estados Unidos de 1977 a 1981, enfrentó retos complejos durante su presidencia. La crisis de los 63 rehenes en la embajada estadounidense en Teherán, en 1979, fue uno de los episodios más difíciles de su mandato y afectó su imagen.
Sin embargo, logró importantes avances en política exterior, como la firma de los acuerdos de Camp David. En esto que promovieron la paz entre Egipto e Israel, y el Tratado del Canal de Panamá, ambos en 1979. Aunque en su momento se le consideraba un “buen hombre pero mal presidente”, su reputación creció notablemente después de dejar el cargo.
El récord de Carter
El expresidente Carter cumplió hoy, martes 1 de octubre del 2024, su centenario de vida. Con este hito se convierte en el primer expresidente de Estados Unidos en llegar a esa edad.
Los mensajes de felicitaciones no se hicieron esperar. El expresidente de ese país, Barak Obama, lo elogió por sus logros. Los dos fueron mandatarios que llegaron como candidatos del partido Demócrata.
La última vez que se lo vio en público fue el 20 de noviembre 2023, durante el funeral de su esposa, la ex primera dama Rosalynn Carter, en la iglesia baptista de Maranatha, en Plains, Georgia, (Estados Unidos).
De esta forma, Jimmy Carter es el más longevo de los presidentes de EE.UU. en sus 248 años de historia. Llega a un siglo de vida, aquejado de problemas de salud terminales, pero dice que está ilusionado con votar por la vicepresidenta Kamala Harris, la candidata del Partido Demócrata, en las elecciones del 5 de noviembre.
Uno de sus nietos, Jason Carter, destacó recientemente que su abuelo sigue interesado en los eventos actuales. Especialmente en las próximas elecciones, que podrían marcar la historia con la elección de la primera mujer, descendiente de afroamericanos e inmigrantes indios, como presidenta de EE.UU.
Un estadista que dejó Huella y construyó un legado de paz
Después de su presidencia, Carter dedicó su vida a mediar en conflictos internacionales y promover la paz. En 2002, recibió el Premio Nobel de la Paz, siendo elogiado por su incansable esfuerzo para encontrar soluciones pacíficas a los conflictos globales. Durante la ceremonia en Oslo, estuvo acompañado por su esposa Rosalynn, quien falleció en noviembre de 2023, tras 77 años de matrimonio.
Carter y su relación con Ecuador
En 1977, su administración facilitó el establecimiento de un diálogo entre los países, promoviendo un acuerdo que priorizaba la negociación sobre la confrontación militar. Su estrategia incluía la presión sobre ambos gobiernos para que aceptaran la mediación de una tercera parte, además de ofrecer asistencia técnica y económica para fomentar la cooperación bilateral.
En 1980, el presidente ecuatoriano Jaime Roldós y su homólogo peruano Fernando Belaúnde se reunieron en Washington D.C. para discutir el conflicto. Carter, a través de sus esfuerzos diplomáticos, logró que ambos líderes firmaran el Protocolo de Paz, Amistad y Límites en 1981, aunque no resolvió completamente las tensiones. Este acuerdo estableció un marco para la futura resolución de disputas territoriales.
También mediaba en conflictos en lugares como Etiopía, Sudán, Bosnia.
Su influencia se extendió a procesos electorales en diversos países como Panamá, Nicaragua, Zambia, Haití, República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela, Indonesia, México y Perú, donde fue solicitado como observador y mediador en elecciones generales.
Trabajo humanitario
A lo largo de los años, Carter ha sido reconocido por su trabajo humanitario a través del Centro Carter. Entre sus logros más notables fuera de la Casa Blanca está su visita a Cuba, donde se reunió con Fidel Castro, siendo el primer alto funcionario estadounidense en hacerlo después del embargo económico impuesto en los años 60.