La India estalla en colores en el festival de Holi para recibir la primavera

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Un estallido de colores, cantos y bailes envolvieron hoy a la India para dar la bienvenida a la primavera con el festival hindú de Holi, la celebración más alocada y liberadora del país asiático.

Con el deseo de conmemorar la llegada del buen tiempo y de ahuyentar a los malos espíritus, millones de indios de todas las edades se enzarzan a lo largo de todo el país en batallas de agua y se embadurnan con polvos rojos, verdes, azules, rosas y amarillos.

"Adoro Holi. Es una fiesta muy liberadora. Salimos a las calles y nos pintamos de colores, bailamos y cantamos. Por un día puedes hacer lo que quieras y da igual el aspecto que tengas", dijo a Efe Sanskruti, una joven estudiante de francés de 20 años que celebraba la festividad en la Universidad Jawaharlal Nehru de Nueva Delhi (JNU).

"Anoche bailamos alrededor de hogueras donde ardieron nuestros pecados y hoy ya limpios salimos a las calles a celebrar", indicó la universitaria.

Al igual que Sanskruti, varios cientos de jóvenes de ambos sexos celebraban Holi en JNU, que se embadurnaban entre sí de colores con polvos, bailaban y tocaban tambores, escenas poco habituales en el país asiático donde las rígidas normas sociales evitan estas situaciones.

Pero en este festival, y por un día, las barreras de clases sociales y género se disipan y los indios se mezclan en las calles en batallas de agua y colores.

El festival del color, que paraliza el país, se celebra la primera luna llena de marzo y sus orígenes se remontan a diferentes leyendas mitológicas hindúes.

Una narración afirma que el rey de los demonios Jirania Kashipú trató de matar a su hijo Prajlad varias veces por su devoción al dios Vishnu, ya que había ordenado a sus demonios que solo él podía ser venerado.

Ante sus frustrados intentos por matar a Prajlad, Kashipú ordenó a su hija Hólika, inmune al fuego, que entrara junto con su hermano en una hoguera para quemarlo.

Pero la hija del rey ardió en la hoguera y Prajlad sobrevivió.

La moraleja es la victoria del bien sobre el mal, hoy reconvertida en una terrenal y divertida celebración.

Otra leyenda apunta al travieso dios Krishna y su inmortal amor por Radha, a quien aplicó colores en la cara para oscurecerla ya que era más clara de piel que él.

Así, Krishna crearía la fiesta del color en la que se difuminan ligera y momentáneamente las diferencia sociales de la jerárquica sociedad india.

Anticipándose al gran día, cientos de viudas celebraron Holi por todo lo alto desde el lunes en las norteñas localidades de Vrindavan y Mathura, considerado el lugar de nacimiento de Krishna.

Flores y danzas inundaron ambas localidades de la mano de grupos de viudas, a las que el hinduismo prohíbe celebrar festividades, una barrera religiosa que estas mujeres decidieron romper en 2013 para unirse a la festividad.

En algunas regiones del país, los indios han desafiado el brote de gripe porcina que ha causado la muerte de unas mil personas desde comienzos de año.

En la ciudad de Bombay, donde 180 pacientes han fallecido por la enfermedad, sus habitantes se echaron a las calles a celebrar el festival tras quemar en hogueras el jueves por la noche efigies del virus H1N1, de acuerdo con la revista India Today.

Por su parte la Organización India de Investigación Espacial (ISRO) se unió a la festividad con la publicación de fotos en color de la superficie de Marte tomadas por la sonda Mangalyaan, que aterrizó en el planeta rojo en septiembre, informó la televisión NDTV.

Como todos los años las autoridades alertaron sobre los peligros de los polvos de colores, que en ocasiones están fabricados con metales o tintes industriales que pueden causar intoxicaciones y que suelen hacer enfermar a algunas personas.

Eso no parecía un problema para los cientos de personas que celebraran la fiesta en Nueva Delhi, donde la frase más escuchada hoy era "¡feliz Holi!".

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