El Gobierno francés del conservador Michel Barnier cayó este miércoles, 4 de diciembre de 2024, en una moción de censura que reunió 331 votos procedentes de la izquierda y la extrema derecha (bastaba con 288). Se da tres meses después de su nombramiento para el cargo.
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El exnegociador de la UE para el Brexit, que contaba solo con el apoyo de la derecha tradicional, macronistas y centristas, muy lejos de la mayoría absoluta. Ahora deberá presentar la dimisión al presidente, Emmanuel Macron, y se convertirá en el más breve jefe del Ejecutivo desde la Segunda Guerra Mundial.
Hasta el último momento Barnier trató de obtener apoyos para mantenerse en el cargo, pero la extrema derecha de Marine Le Pen le dio la espalda sobre los presupuestos y los socialistas no escucharon sus llamamientos a la responsabilidad.
Macron se dirigirá el jueves 4 de diciembre de 2024 al país por televisión
El presidente francés, Emmanuel Macron, se dirigirá al país en una intervención televisada mañana, jueves, un día después de que el Gobierno fuera derribado en una moción de censura.
Macron hablará a las 20:00 según anunció el Elíseo tan solo minutos después de que la Asamblea Nacional sentenciara la caída de Barnier con los votos de la izquierda y de la extrema derecha.
El presidente francés siguió a distancia la mayor parte de esta crisis política, ya que esta misma tarde se encontraba en una visita de Estado de tres días a Arabia Saudí.
Pese a eso, fuentes del Elíseo detallaron a la prensa francesa que el jefe de Estado trabajaba ya desde la semana pasada para buscar a un candidato a suceder al dirigente conservador, antiguo negociador del Brexit, en el palacio de Matignon.
La pelota está en todo caso en su campo, ya que en Francia la potestad de nombrar al primer ministro es competencia del presidente de la República.
Ya en verano, en medio del bloqueo que ocasionó la profunda división de la Asamblea Nacional surgida de las legislativas anticipadas de julio pasado, Macron defendió que el nombramiento tenía que ser para una figura capaz de dar estabilidad a Francia. Esto no logró finalmente Barnier, ya que su gobierno de tres meses fue el más efímero desde la Segunda Guerra Mundial.