La Unión Europea y Estados Unidos aumentaron ayer la presión y decidieron imponer las primeras sanciones contra Rusia por el conflicto en la península ucraniana de Crimea.
Al mismo tiempo, el Parlamento de Crimea aprobó ingresar a la Federación Rusa y buscará confirmar la resolución en un referéndum el domingo 16 de marzo.
Para evitar una escalada del conflicto en Ucrania, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, reunidos ayer en Bruselas, acordaron imponer un plan de sanciones en tres fases. Y amenazaron con adoptar medidas más duras si Moscú se niega a negociar una salida a la crisis.
“Debe comenzar la desescalada, y si Rusia no lo hace habrá serias consecuencias en nuestras relaciones bilaterales”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, al presentar las decisiones adoptadas por los mandatarios.
La forma en que Rusia actúa en Crimea “son serios pasos en la mala dirección“, indicó por su parte el primer ministro británico, David Cameron.
La estrategia progresiva que adoptaron los mandatarios comienza con una primera medida de corte político: la suspensión de las negociaciones sobre las visas entre ambas partes.
Al mismo tiempo le piden a Rusia que inicie negociaciones con Ucrania “en los próximos días”, y que “produzcan resultados en un lapso limitado”. Si eso no sucede, la UE decidirá medidas adicionales, como prohibiciones de viaje, para personalidades rusas, inmovilización de haberes y cancelación de la cumbre UE-Rusia que debe llevarse a cabo en los próximos meses.
Los jefes de Estado y de Gobierno pidieron, además, la retirada inmediata de las tropas rusas en Crimea y calificaron como “ilegal” la decisión del Parlamento de esa región autónoma de Ucrania de pedir la adhesión a la Federación de Rusia y de organizar un referéndum sobre el tema.
Los países de Europa del este, otrora bajo la esfera de influencia de la Unión Soviética, eran los que más empujaban por endurecer la posición de la UE.
La presidenta lituana, Dalia Grybauskaite, había sido explícita sobre la cuestión al llegar a la cumbre. Denunció una “brutal agresión” de Moscú y afirmó que Rusia está “redibujando las fronteras de la posguerra” (por la Segunda Guerra Mundial).
Washington también anunció restricciones a la entrega de visas y el congelamiento de activos de aquellos ucranianos o rusos que considera responsables de la violencia en Ucrania.
La Casa Blanca informó de que el presidente Barack Obama ordenó que se restringiera la entrega de visas “en respuesta a la violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania que Rusia lleva adelante”. Estados Unidos, la UE y Kiev (Ucrania), donde hay un gobierno prooccidental desde la destitución el 22 de febrero del presidente Víktor Yanukóvich, cuestionaron el referéndum convocado por el Parlamento de Crimea para unirse a Rusia. Obama respondió al pedido de un referéndum, algo que consideró que “violaría la Constitución de Ucrania y el derecho internacional”.
La Casa Blanca no precisó la identidad de las personas afectadas por la restricción de visas. La portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, dijo que el presidente ruso Vladimir Putin no figura en esa lista. “Tomar semejante medida contra un jefe de Estado sería un gran paso, y ese no es el tema central de este proceso”, explicó. Obama también autorizó congelar activos de los funcionarios e individuos cuyas actividades “socaven los procesos democráticos e instituciones en Ucrania”.