El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró a los narcotraficantes como terroristas, vinculando esta medida con su polÃtica de seguridad nacional y migratoria. Trump argumenta que estas organizaciones no solo amenazan con el narcotráfico, sino también con redes de migración ilegal y posibles actividades terroristas.
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Este enfoque ha generado un debate global sobre las implicaciones de equiparar el narcotráfico con el terrorismo.
En enero de 2024, Daniel Noboa, presidente de Ecuador, firmó el Decreto 111 que declaró a los grupos narcotraficantes como organizaciones terroristas. Esta decisión buscaba endurecer las medidas contra el crimen organizado en un contexto de creciente violencia en el paÃs.
El decreto fue firmado horas después de un evento que conmocionó al paÃs, como la toma de un canal de televisión por presuntos delincuentes.
El enfoque de Daniel Noboa, una lucha contra el crimen organizado
Según el experto en seguridad Daniel Pontón, la declaración de grupos narcotraficantes como terroristas en Ecuador responde exclusivamente a la lucha contra el crimen organizado.
En el paÃs, el narcoterrorismo está asociado a bandas como Los Choneros y Los Lobos, que no solo manejan economÃas ilegales, sino que también están vinculadas a delitos conexos como la extorsión y la minerÃa ilegal.
Pontón destaca que, a diferencia de Estados Unidos, esta medida no tiene implicaciones migratorias. En Ecuador, el objetivo es contener las actividades delictivas de estas organizaciones dentro del territorio nacional y frenar su expansión hacia otros paÃses.
Donald Trump y su enfoque multidimensional en Estados Unidos
Hernán Moreano, también experto en seguridad, señala que la postura de Trump busca combinar tres elementos: terrorismo, narcotráfico y migración. Para Trump, los grupos narcotraficantes representan una amenaza a la seguridad nacional debido a su vinculación con redes de migración ilegal y actividades terroristas.
En este contexto, la militarización de la frontera entre México y Estados Unidos se convierte en una herramienta clave para combatir estas amenazas.
Moreano subraya que esta estrategia no solo criminaliza el narcotráfico, sino también a los migrantes, ampliando asà el espectro de preocupaciones en torno a la seguridad nacional estadounidense.
Similitudes y diferencias en las declaraciones
Tanto en Ecuador como en Estados Unidos, la declaración de los narcotraficantes como terroristas tiene como objetivo principal fortalecer las herramientas legales para combatir a estos grupos. Sin embargo, mientras que en Ecuador esta medida se centra exclusivamente en el narcoterrorismo, en Estados Unidos se mezcla con un discurso sobre migración y seguridad fronteriza.
Pontón y Moreano coinciden en que el impacto de estas declaraciones depende de las polÃticas implementadas posteriormente. En Ecuador, aún queda pendiente evaluar si el Decreto 111 generó un cambio significativo en la lucha contra el crimen organizado.
En Estados Unidos, las propuestas de Trump enfrentan un debate polarizado, especialmente en términos de derechos humanos y migración.
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