El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) renovará a cinco de sus miembros no permanentes, entre ellos Ecuador.
Los representantes de los nuevos países ocuparán su cargo durante dos años a partir del 1 de enero de 2025.
Más noticias:
La futura elección, que alcanzó un consenso por regiones, se celebrará el 6 de junio de 2024 en una sesión especial de la Asamblea General de la ONU, que renovará a un tercio del Consejo.
Ecuador será remplazado en 2025
Para 2025 se renovarán los representantes de Ecuador (América Latina y el Caribe), Mozambique (África), Japón (Asia-Pacífico) Malta y Suiza (Europa Occidental y otros).
Para sustituirlos, los distintos grupos consensuaron los nombres de: Panamá, Somalia, Pakistán, Dinamarca y Grecia. Todos ellos han sido en algún momento miembros del Consejo, principalmente Pakistán, con una larga experiencia.
No todos los años se alcanza este consenso, y en algunas ocasiones la disputa por el asiento es más aguda y da lugar a intensas negociaciones diplomáticas.
Los países que tienen todavía un año más de mandato son: Guyana, Sierra Leona, Argelia, Corea y Eslovenia; a ellos se añaden los cinco miembros permanentes y con derecho de veto: Estados Unidos, Reino Unido, China, Francia y Rusia.
Ecuador en el Consejo de Seguridad de la ONU
Ecuador fue representante en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en cuatro ocasiones.
El país representó a la región de América Latina y el Caribe en: 1950-1951; 1960-1961, 1991-1992 y 2023-2024.
En este último, periodo remplazó al país norteamericano de México.
¿Qué hace el Consejo de Seguridad de la ONU?
Según la ONU, su Consejo de Seguridad “tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacional”.
El Consejo de Seguridad tiene 15 miembros y cada miembro tiene un voto. De acuerdo con la Carta, todos los Miembros de la ONU convienen en aceptar y cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad. Este es el único órgano de la ONU cuyas decisiones los Estados Miembros están obligados a cumplir.
Sin embargo, en los últimos años, el derecho de veto, y su uso por parte de Rusia en el caso de la guerra de Ucrania y por parte de Estados Unidos en la guerra de Gaza, ha provocado que las resoluciones no lleguen a cumplirse, pese a ser en teoría obligatorias.