Un grupo de arqueólogos neerlandeses confirmó este 8 de septiembre del 2021 que han localizado los restos mortales de unas 200 personas bajo tierra durante unas excavación en una iglesia en la ciudad de Delft, en el este de Países Bajos, previos a los trabajos de ampliación de la cámara funeraria real.
Después de varios meses de excavación, los arqueólogos han alcanzado ahora una profundidad de 1,5 metros bajo tierra y han encontrado “150 personas enterradas en tumbas” como tal, y los huesos de cuatro o cinco personas juntas en varias fosas osarios, confirmó el arqueólogo Michael Bot a la emisora local Omroep West.
La cámara funeraria de la Nieuwe Kerk de Delft alberga, además, los restos de 43 miembros de la familia real neerlandesa que se remontan a la época de Guillermo de Orange, en el siglo XVI. “Así que ahora tenemos los cuerpos de unas 200 personas” que pertenecían a una clase social alta de la ciudad, resumió Bot.
En la Edad Media, De Markt, la plaza en la que se encuentra la iglesia en cuestión, era un cementerio medieval destinado a los vecinos pobres de la ciudad, que eran enterrados mucho más cerca unos de otros, en ataúdes baratos, su condición física era notablemente mala y murieron mucho más jóvenes que sus vecinos adinerados.
Mientras, el interior del templo albergaba los restos de las familias burguesas de Delft, sepultadas de forma más lujosa, cerca del altar o el mausoleo, y cuyos cuerpos reflejaban que habían vivido más años y con vidas más saludables.
“Estamos descubriendo grandes diferencias entre los huesos medievales que encontramos anteriormente en De Markt y las personas que encontramos ahora dentro de la iglesia”, señaló el arqueólogo Steven Jongma, que categoriza estos hallazgos como un “nuevo capítulo para la historia de la iglesia” de Delft.
No era tradición enterrar regalos y objetos personales dentro de la tumba con los muertos, lo que dificulta la investigación para determinar de qué época provienen todas las personas enterradas y quienes eran exactamente, pero, a lo largo de los años, los gestores de la iglesia dejaron apuntada información sobre dónde y quién estaba enterrado dentro.
Los huesos localizados irán al depósito arqueológico del municipio para las investigaciones de ADN y la identificación de los restos y después se volverán a enterrar en un cementerio de Delft porque no hay suficiente espacio en las catacumbas de la iglesia.
Las excavaciones y las investigaciones dentro de la iglesia continuarán todo el mes de septiembre, y se calcula que las tareas de ampliación de la cámara funeraria costarán unos cuatro millones de euros, que corren a cargo del propio Estado neerlandés.