Pret a Manger aseguró que a partir de noviembre incluirá en los bocadillos y otros productos que prepara en sus tiendas una lista con todos los ingredientes, incluidos los posibles alérgicos. Foto: Captura de pantalla
La cadena británica de comida rápida Pret a Manger informó que en 2016 y 2017 dos personas fallecieron tras ingerir sándwiches por choque anafiláctico.
La con presencia en nueve países, anunció hoy, domingo 7 de octubre del 2018, que detallará en etiquetas los ingredientes de sus sándwiches tras la muerte en 2016 de una joven de 15 años que era alérgica a las semillas de sésamo.
La empresa ha aprobado la medida al término de una investigación forense sobre el fallecimiento de Natasha Ednan-Laperoise, que tuvo una fuerte reacción alérgica a bordo de un avión de British Airways, tras comerse un bocadillo de Pret que había comprado en el aeropuerto londinense de Heathrow.
El juez forense estableció el pasado viernes que la joven murió de un choque anafiláctico causado por las semillas de sésamo que había en el pan del sandwich sin que ella lo supiera.
El padre de la víctima, Nadim, dijo que su hija había muerto por “una legislación inadecuada sobre el etiquetado de alimentos”, pues las normas actuales eximen de detallar los ingredientes a ciertos establecimientos que elaboran sus comidas en el mismo local.
Pret a Manger aseguró que a partir de noviembre incluirá en los bocadillos y otros productos que prepara en sus tiendas una lista con todos los ingredientes, incluidos los posibles alérgicos.
El consejero delegado, Clive Schlee, se disculpó una vez más ante la familia de la joven y aseguró que “la tragedia” de su muerte ha llevado a “cambios significativos”.
“Espero que estas medidas conduzcan a más cambios en el sector para que las personas con alergias estén lo más informadas y protegidas posible”, declaró.
Fundada en 1983, Pret a Manger, que elabora comida rápida con ingredientes frescos, tiene unos 500 establecimientos en nueve países, entre ellos China y Estados Unidos.
La empresa explicó que el año pasado un consumidor murió después de comer un producto que contenía trazos lácteos sin que la marca lo supiera, en un establecimiento de la ciudad inglesa de Bath.
Pret señaló que esto se debió a que uno de sus proveedores, CoYo, una compañía de productos veganos a base de coco, les “malvendió un yogur que contenía proteína láctea”, un producto que posteriormente fue retirado del mercado.
“Se cree que esto motivó la trágica muerte de un cliente por una reacción alérgica en diciembre de 2017”, dijo el portavoz, que indicó que Pret demandará a CoYo.
Este es el segundo caso de muerte por anafilaxia admitido por la multinacional, que está en el punto de mira después de que hace unos días acabara en el Reino Unido la investigación por el fallecimiento en 2016 de la joven de 15 años Natasha Ednan-Laperouse.