Los jefes de personal francés y británico participaron en una visita conjunta a Malí para mostrar su Visión estratégica común frente a los desafíos en África occidental. Foto: AFP
Al menos unos 130 habitantes de una localidad de la comunidad peul en Mali fueron asesinados ayer, sábado 24 de marzo del 2019, por presuntos miembros de grupos de cazadores de la etnia dogon, cerca de la frontera con Burkina Faso, cuando embajadores de los países del Consejo de seguridad de la ONU visitaban Sahel, que está bajo amenaza yihadista, según diversas fuentes.
Por su lado, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, “está escandalizado por reportes sobre al menos 134 civiles, incluyendo mujeres y niños, han sido asesinados”, según dijo su portavoz.
El funcionario formuló un llamado a que las autoridades “investiguen rápidamente lo ocurrido y lleven los responsables a la justicia”.
Previamente las autoridades locales, una fuente de seguridad y una asociación, habían informado sobre 115 muertos.
Sankaré, denunció “una masacre de civiles peuls por parte de cazadores tradicionales dogons” y se preguntó porqué el ejército “no desmantela” los campamentos de grupos de cazadores.
Desde la aparición hace cuatro años en el centro de Mali del grupo yihadista del predicador Amadou Koufa, que recluta por lo regular entre miembros de la comunidad peul, dedicados a la crianza de ganado, se han registrado enfrentamientos entre esta comunidad y las etnias bambara y dogon, que practican la agricultura y crearon “grupos de autodefensa”.
Estos actos de violencia costaron la vida a más de 500 civiles en 2018, según la ONU.
Tras ser recibidos por el presidente Ibrahim Boubacar Keita, los embajadores de los 15 países del Consejo de seguridad de la ONU se entrevistaron con los firmantes del acuerdo de paz de 2015, y luego con el primer ministro Soumeylou Boubeye Maïga, con el que abordaron la situación en el centro del país, según la ONU.