Los familiares de Kevin Molina aseguran que el joven fue secuestrado en la vía Nono- Quito y posteriormente lo asesinaron para robarle.
Según las primeras investigaciones, el joven se movilizaba en un vehículo blanco cuando fue interceptado y plagiado por unos sospechosos. Eso ocurrió el 4 de junio del 2022 y quedó registrado a través de cámaras de seguridad.
Desde entonces fue reportado como desaparecido. Sin embargo, el 6 de junio del 2022, sus parientes confirmaron la muerte de Molina, a través de redes sociales.
Por Twitter, sus primos escribieron: “Lamentablemente no hay buenas noticias, se nos va un hermano de toda la vida. Dios te recibirá con los brazos abiertos, por tu buena onda de siempre, por toda tu alegría. Descansa en paz Chinito”.
En cambio, la Dirección de Investigación de Delitos Contra la Vida (Dinased), busca determinar si Molina es el mismo joven que fue hallado incinerado en un terreno baldío del Barrio El Común, en el norte de Quito.
Se presume que es la misma persona porque junto al cadáver, los agentes encontraron la placa del vehículo, en el que se movilizaba Molina.
Actualmente se realizan pruebas de antropología forense y ADN para confirmar la identidad del joven incinerado.
Investigaciones policiales
Las primeras investigaciones policiales también buscan determinar si la causa del crimen fue el robo del vehículo.
Según la Policía, al no encontrar el auto, en el que se movilizaba el joven Molina, se presume que se trató de un robo. Pero los agentes investigan para confirmar esa hipótesis.
“Llama la atención que, motivados por el robo de un vehículo, la víctima haya podido ser asesinada e incinerada. Con el transcurso de las investigaciones se podrá esclarecer las causas del crimen”, indicó un jefe policial.
Detalles del hallazgo del cuerpo incinerado
Un vecino del sector vio cuando dos desconocidos arrojaban un bulto en una fogata, sin embargo, creyó que quemaban basura.
Posteriormente, otros moradores se percataron de que se trataba del cuerpo de una persona. Inmediatamente alertaron del hallazgo en la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) más cercana.
Los agentes comprobaron que el cadáver se encontraba dentro de un saco de yute. Según las primeras investigaciones se habría incinerado por al menos 12 horas.
Agentes de Criminalística llegaron al sitio para realizar el levantamiento del cuerpo y trasladarlo a Medicina Legal. Además, se recopilaron indicios para la investigación.
Las pesquisas señalan que la víctima fue asesinada en otro sitio y sospechosos arrojaron su cuerpo en ese terreno baldío. La Policía también ejecuta operativos para localizar a los responsables de este crimen.