La canción de la agrupación Tercer Cielo: Yo te extrañaré, sonó durante el funeral de Óscar Villacís. Sus familiares lo recordarán por su alegría. Fotos: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
El cielo descargó gotas de lluvia mientras el sacerdote Telmo Alvarado pronunciaba su homilía en la que hablaba sobre los valores en la familia. “Son nuestros padres los que velan por nuestro bien. Hay que confiar en ellos y en nuestro Dios, que son nuestros verdaderos amigos”, señaló.
Cerca de las 11:45, en el patio de la casa de la familia Velasco Pinargote se congregaron cientos de personas que, vestidas de negro y portando rosas rojas y blancas, presenciaron la ceremonia religiosa antes del funeral de Katty Velasco.
El cielo estaba nublado y la precipitación a ratos amenazaba con tomar fuerza. El clérigo decía que no hay que buscar culpables de esta muerte sino dejar todo en manos de Dios, quien sabrá juzgar a los verdaderos responsables.
Siete miembros de la familia Velasco Pinargote, entre ellas las hermanas de Katty, rodeaban el ataúd. “Mi flaquita, por qué tú, a nadie le hacías daño”.
Valentina, hija de la joven secuestrada y luego asesinada en la frontera con Colombia, miraba inquieta a sus tías. Vestía de negro entero y le habían hecho unas trenzas.
Estaba sentada al lado izquierdo del ataúd, pero con los llantos y sollozos de sus tías se bajó y corrió a abrazar a una de ellas. “Quiero ver a mi mami”.
Mientras rociaba el agua bendita, el párroco decía que la chica ya “está disfrutando en el paraíso del Señor”. Y que “los que estamos en la tierra debemos cuidarnos de la inseguridad, de no ser presas de la corrupción, de la influencia de malas personas”.
El olor a incienso se esparció en la capilla en el momento en que seis agentes de la Policía se acercaron para llevar el féretro en hombros hasta la carroza de la funeraria Carrasco.
Un tumulto de personas se aproximó al ataúd y los llantos y gritos desesperados se confundieron entre las voces de los que llegaron a la cooperativa de vivienda Venceremos.
En el trayecto al camposanto, la banda de paz de la Policía caminó junto a la comitiva de los deudos, quienes se trasladaron en un bus y en autos.
En el acceso al cementerio se exhibieron globos blancos y se hizo una calle de honor. Los acompañantes comentaban sobre las circunstancias de la muerte de Katty Velasco, quien fue secuestrada por disidentes de las FARC el 12 de abril y posteriormente victimada junto a Óscar Villacís, el joven con quien viajó a la frontera en una moto.
El sacerdote Telmo Alvarado celebró una misa antes de que los restos de la joven Katty Velasco fueran llevados al cementerio, para el sepelio.
El féretro llegó al camposanto de Santo Domingo cerca de las 13:00. Con música religiosa se acompañó el recibimiento. Gritos y lamentos sobre el féretro que fue adornado con la bandera de Ecuador contagiaron el ambiente con tristeza.
Norma Velasco tomó el micrófono y con voz entrecortada habló para los presentes. “Le han quitado la vida a una niña tan inocente. ¿Qué culpa tenía ella en este conflicto? Nadie se cansa, seguiremos luchando y llegaremos hasta las últimas consecuencias. ¡Por Katty, nadie de cansa.!, exclamó la tía de Katty Velasco.
El velatorio de Villacís
Una pancarta con la leyenda ‘Por Óscar y Katty nadie se cansa’ colgaba en la capilla levantada para el velatorio y misa de Óscar Villacís.
En la lona, una foto de la pareja evocaba el noviazgo en uno de sus tantos viajes a las playas de la Costa.
Ayer, 8 de julio, el retrato quedó colgado en casa de los Villacís como uno de los muchos recuerdos que conservarán en la vivienda, ubicada en la avenida Río Lelia, en el centro de la ciudad.
Desde ahí, el cuerpo de Óscar salió con destino al cementerio pasadas las 15:00.
Luego, las melodías de la banda de paz de la Policía recibieron al cortejo fúnebre en el camposanto. En la capilla, instalada en el lugar, hubo varias intervenciones. Una de ellas fue de una mujer afroecuatoriana que se unió al funeral.
Ella empezó ofreciendo disculpas porque un hombre de su grupo étnico estuvo detrás de los hechos de violencia en la frontera. Se refería a Walter Arisala, el líder disidente de las FARC, al mando del grupo armado Óliver Sinisterra.
Luego señaló al Gobierno por no ejercer una acción contundente para devolver con vida a la pareja, mientras estuvo en cautiverio en la frontera.
Entre los asistentes se escucharon voces de respaldo ante las palabras de la mujer. ¡El Gobierno tiene mucha culpa!, gritaron otros. María Gómez, madre de Óscar, agradeció a los medios de comunicación y a todos quienes les apoyaron en las rifas y en las gestiones que emprendieron viajar a Colombia.
Tatiana Rodríguez, otra asistente al sepelio, pidió a las familias que no dejen pasar por alto el seguimiento al caso. “Se debe esclarecer todo y ustedes tendrán el respaldo de quienes estamos aquí”. Los asistentes aplaudieron fuertemente.
Katty Velasco fue la primera en ser sepultada. Sus restos quedaron en el nicho 51 del cementerio general. El cuerpo de Óscar Villacís, en cambio, quedó en el nicho 410. Ahora, un largo pasillo los separa.