El Mejía vive una disputa por la rectoría

Redacción Sociedad

El mando del Instituto Nacional Mejía está en juego. Eso quedó claro ayer, en el primer día de suspensión de clases decretado por el Ministerio de Educación.

El acuerdo 0404-09, enviado el jueves 8, que establece  una etapa de  reorganización académica, administrativa y financiera en el plantel fue rechazado desde el viernes por varios  maestros (son 256 en total). También la remoción de sus cargos del rector (Guillermo Rosero), el Vicerrector e Inspector General.   

5 700 estudiantes
En el colegio Mejía estudian 4 700 alumnos en la jornada matutina y 1 000 más en la nocturna.
Una delegación del colegio Luciano Andrade Marín se solidarizó con el Mejía. Dijo que estará atenta a lo que ocurra.
Ayer, luego de 17 días de paro y movilizaciones  de la Unión Nacional de Educadores (UNE), se reanudaron las labores académicas en todas las escuelas y colegios fiscales de la capital, excepto en el Instituto Nacional Mejía. Colegios como el Montúfar, en el sur, y el Simón Bolívar, en el Centro Histórico, sí tuvieron clases normales.

“Toda la vida, por el Mejía, hasta la muerte, por el Mejía. Ayer, hoy y siempre Patrón Mejía, adelante va el Mejía, adelante siempre va, adelante...”.

El grito de guerra se entonó entre un grupo de estudiantes encabezados por Josue Apolo y Paúl Vasco, de sexto año. Esto a pedido de Francisco Rojas, profesor de matemática desde hace 20 años en la institución y vicepresidente nacional de la Unión Nacional de Educadores (UNE).

Cinco minutos antes (como a las 12:05), Rojas  decía a Rosero que ingresara al Rectorado por la puerta que conecta con la de la entrada principal, sobre el graderío en la calle Vargas.

Rosero buscaba pedir a la supervisora Yolanda Jaramillo y a la Presidenta de la comisión de reorganización, que llaman de intervención, que recibiera a todos los maestros. Intentaba  tocar la puerta e ingresar por el portón, donde hay una antesala.  

Finalmente decidió no hacer las cosas por la fuerza y telefoneó a Jaramillo. Así consiguió que le abran y hagan pasar primero a una comisión de profesores, luego a padres y alumnos (no al Consejo Estudiantil vigente).

Frente al portón, 20 estudiantes uniformados, menos Vasco, que usaba jean, camiseta y un pañuelo, se concentraron frente al Rectorado. El joven revisaba su Blackberry y a las 12:05  dijo a otros compañeros que sacaran a los demás  al patio.

Desde las 07:00, varios estudiantes recibían clases. Édison Viana, profesor de física, trabajó con sexto año. Luego del recreo, desde las 10:30, muchos docentes no volvieron a las aulas. A las 11:00 hubo una asamblea. A las 11:55, cuando llegó la delegación del Ministerio, los profesores decidieron exigirles: “Que nos den la cara, que nos oigan”.  

“La intervención no pasará, con el Mejía se topará”, gritaron unos 30 padres de familia. La voz principal fue de Augusta Aguirre, madre de David Jacho, de cuarto curso. Criticaba a Sergio Salazar,  presidente del comité central de padres.

Otra madre aseguró con temor: “Por su forma de gritar parece una activista”. Aguirre se mostraba muy seria, dijo que era ama de casa y que trabajó con temas de género en el Consejo Nacional de Mujeres.

En la oficina del Rectorado estaba Norma Alvear, líder de la comisión de reorganización y directora nacional de Supervisión. Hablaba con Jaramillo.

El estudiante Vasco afirmó ser independiente. Estuvo en la asamblea de profesores del viernes, cerca de Jorge Piedra, presidente de la UNE de Pichincha y docente de ciencias naturales del Mejía desde hace 10 años.

Frente al Rectorado también se ubicó  Salazar, quien preside el comité de Padres de Familia desde 2007. Fue reelegido en 2008 y convocará a nuevas elecciones cuando se reinicien las clases. El domingo habló con Rosero y decidieron superar la crisis y luego asumir mea culpas.

Hasta las 14:30, la comisión de reorganización escuchó a las partes. No estuvo el presidente del Consejo Estudiantil, Iván Ruiz. Salazar indicó que había que garantizarle seguridad. Él habló de la politización en el colegio ante el presidente Rafael Correa. Y solicitó el retorno a clases durante el paro de la UNE.

José Robles, profesor de Economía, llamaba a la calma y al silencio. Piedra respondió alterado: “Qué calma, aquí no hay dictadura, debemos  entrar todos”.

Luis Calle, director provincial de Educación de Pichincha, dijo que desde ayer empezó  a intervenir la comisión y que desde hoy no hay clases. “Llamamos a la cordura de los actores, sabemos de la influencia de la UNE y el MPD, buscamos un ambiente apropiado para el estudio, no perseguimos a nadie”.

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