León Febres Cordero influía en la Justicia
Los problemas en la Corte Suprema de Justicia se hicieron palpables con una serie de reportajes publicados por este Diario en 2003. Entre ellos, se denunció la supuesta corrupción del ex juez Olmedo Bermeo y la reunión del ex líder de PSC con 10 ex magistrados.
El testimonio: Gustavo Noboa Bejarano, ex presidente de la República
‘La prensa evidenció el poder del PSC’
Redacción Guayaquil
El 23 de mayo de 2003, cuando se inició la acusación de León Febres Cordero en mi contra, por un supuesto perjuicio al Estado de USD 9 000 millones en la renegociación de la deuda externa, comencé a recortar todo lo que decía la prensa sobre el caso. Mi intuición me decía que ese era un respaldo que yo tenía.
A los pocos días de esa denuncia, la prensa mencionaba que la entonces ministra Fiscal Mariana Yépez tenía presiones por parte del PSC. El 28 de mayo de ese año, EL COMERCIO titulaba ‘El PSC presiona a la Fiscal’.
¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Fue Presidente de la República en el período 1999 -2003. Sucedió en el poder a Jamil Mahuad. Denunció persecución política por parte de León F. Cordero.
Su punto de vista. Sin la prensa nacional yo no hubiera tenido los medios adecuados, además de los judiciales, para luchar no solo por mi caso, que resultó emblemático.Por eso el libro ‘Corrupción Judicial y Judicialización de la Política’ lo hice basado en una investigación sobre todo aquello que la prensa escrita dijo sobre mi persecución. Sin las investigaciones de la prensa, sin los artículos y reportajes hubiera sido imposible evidenciar lo que yo sabía.
La persecución fue tan evidente y grosera. La frase que me dijo: “Te voy a perseguir como un perro con hambre”, fue tan definitoria. Aunque después pidió perdón al pueblo por haberla dicho, yo no me olvidé de ella.
Hasta ahora esa frase no ha podido ser olvidada, yo me encargué de eso porque fue una persecución terrible que no debería volver a repetirse.
Luego me refugié en la residencia de la Embajada de República Dominicana. Para entonces el proceso, sorprendentemente, avanzaba rápido. Ya los medios en sus caricaturas mostraban a Yépez en patines persiguiéndome y a León Febres Cordero diciéndole irónicamente “La cosa es moviéndose ñañita”.
En agosto la prensa mostró que Galo Pico, Carlos Riofrío y Eduardo Brito, ministros de la Primera Sala de lo Penal, encargada de resolver mi orden de prisión, estaban vinculados al PSC.
Casi un mes después de recibir visitas diarias y cartas de respaldo en la Embajada en Quito, decido irme a República Dominicana como asilado político. Me fui del Ecuador sin la orden de prisión, pero como abogado que soy, ya sabía que eso se venía.
Esa investigaciónera la prueba que teníamos de que Febres Cordero estaba metiendo las uñas en la Corte Suprema de Justicia
Gustavo Noboa Allá leía temprano los diarios en Internet. Entonces vi la investigación de EL COMERCIO de septiembre de 2003, donde aparecía Febres Cordero saliendo de la casa del presidente de la Corte Suprema de Justicia.
En ese momento me sentí satisfecho porque se comprobaba lo que se decía a gritos, que Febres Cordero y el PSC tenían amplia injerencia en la justicia. Sólo faltaba agarrarlos con las manos en la masa y EL COMERCIO lo hizo.
Pese a las evidencias la persecución no terminó, porque los presidentes de las cortes siguieron respondiendo a Febres Cordero. Recuerdo cuando Jaime Velasco, a mi regreso de República Dominicana, después de un año y 11 meses de asilo, me declaraba libre pero encubridor. Tomó agua y fue un show eso. Lo tengo grabado. Había regresado en marzo de 2005 porque la ‘Pichi’ Corte anuló el proceso. Pero Velasco anuló lo ya anulado y la fiscal Cecilia Armas dice que estaba vigente el arresto domiciliario que fijó la Corte. Por eso me dejaron 10 meses preso en mi casa.
Lo impresionante es que la libertad se da porque la prensa, a través de algunos artículos, comienza a preguntarse cuál era el delito. ¿De qué era encubridor?
En octubre de 2005, cuando me fui a Punta Blanca, en el justo derecho de fijar mi domicilio, me sacaron a patadas de allí. La persecución se había trasladado al gobierno de Alfredo Palacio. Era agobiante estar metido en una casa chiquita y sin motivos.
Incluso en la Asamblea, cuando terminó ese proceso con la amnistía, sé que por presión de Xavier Neira y Miguel Orellana se viraron votos en mi contra. La persecución terminó con la muerte de Febres Cordero.
Los secretos de los jueces y la influencia política en la Corte no se habrían conocido con esta Ley
Artículo 6.- Cuando el afectado por una información u opinión emitida por los medios de comunicación ejerciere una acción administrativa o judicial para la reparación de sus derechos (...) ni el medio ni el afectado podrán referirse a la materia de la controversia mientras ésta no se resuelva.
Artículo 22.-Prohibiciones: difundir información que sea producto de uso de cámaras ocultas, grabadoras escondidas, teleobjetivos, que impliquen intromisión en la vida privada de las personas. Proyecto de ley de comunicación del asambleísta Rolando Panchana.
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