Redacción Judicial
Wálter Lombeida no descuida la defensa de Julio César Vizuete. A su oficina llegó ayer un escrito del Juzgado Tercero de Garantías Penales de Sucumbíos.
17 cuadernos
asegura que escribió Julio César Vizuete, de las memorias del guerrillero Reyes.En la providencia le notificaron que su pedido de apelación a la orden de prisión contra Vizuete fue aceptado. Vizuete es investigado por la supuesta cercanía con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Específicamente, la Fiscalía de Sucumbíos abrió un expediente en su contra para verificar si él escribió los diarios del ex jefe guerrillero Raúl Reyes, quien murió en el bombardeo a Angostura en marzo de 2008.
Vizuete fue detenido el viernes de la semana pasada, en la población de Nono (Quito), a pedido del Juzgado Tercero de Sucumbíos. Un día después fue llevado a una audiencia de confrontación de cargo, en la cual se decidió que permanezca detenido en una cárcel quiteña.
Lombeida, quien es un defensor públicos, es decir gratuito, recuerda que el sábado último recibió la notificación para que defendiera a Vizuete. “Yo hablé con él, para articular los argumentos a su favor. El principal era que no había motivos para que permaneciera preso”.
El defensor recalca que Vizuete es un escritor y catedrático conocido y que no iba a eludir del proceso penal en su contra. Por eso, cree que la decisión de que se mantenga preso es errada.
La próxima semana está previsto que la Corte de Sucumbíos convoque a una audiencia para decidir sobre la apelación.
Actualmente, Vizuete está detenido en la Cárcel 4, ubicada en el norte de Quito. En su declaración a la Fiscalía aseguró que en noviembre de 2006 fue contacto por Reyes. Entonces, fue a visitarlo y le pidió que escribiera sus memorias.
Las citas con Reyes se realizaron hasta dos semanas antes del ataque a su campamento clandestino en Sucumbíos. Parte de esos escritos fueron encontrados en Tasé y en la base de Angostura.
En sus cuadernos se escribió que funcionarios del Gobierno se reunieron con Reyes. Vizuete lo confirmó. “Desde septiembre de 2007 era una preocupación recurrente y casi obsesiva la de estar siendo conducido a una trampa de la que él no podría salir, porque le había apostado su empoderamiento en las FARC… Cuando él se refería a los personajes de los cuadernos (Gustavo Larrea, Ignacio Chauvín y Jorge Brito).