A Jorge Glas le negaron pedidos de hábeas corpus en cuatro ocasiones

Jorge Glas tras salir de la cárcel de Latacunga. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

Entre el 2017 y el 2020, el exvicepresidente Jorge Glas recurrió en cuatro ocasiones al recurso de hábeas corpus para salir de prisión o para ser trasladado a la Cárcel 4 de Quito. Todos esos pedidos fueron negados.  

Sin embargo, el 9 de abril del 2022, el juez Javier Moscoso, de la Unidad Judicial Multicompetente de la parroquia Manglaralto, en Santa Elena, le concedió ese recurso legal y dispuso su inmediata liberación.  

Por esa razón, el 10 de abril del 2022, Glas salió de la cárcel de Latacunga y viajó a Guayaquil. Ahora tiene la disposición de presentarse el primer lunes de cada mes en la Corte del Guayas y tiene prohibido salir del país, mientras duren sus sentencias.  

Él está condenado por tres delitos: asociación ilícita en el caso Odebrecht, cohecho en el caso Sobornos y peculado en el caso Singue. Estaba última se encuentra en apelación.

¿Qué es un hábeas corpus? 

La acción de hábeas corpus se encuentra tipificada en el artículo 89 de la Constitución de Ecuador. Este recurso tiene como objetivo recuperar la libertad de quien se encuentre “privado de ella de forma ilegal, arbitraria o ilegítima”, y también “proteger la vida y la integridad física” de los detenidos. 

Los cinco pedidos de Glas y sus diferencias 

En el 2017, la defensa de Jorge Glas aseguró que la detención de Jorge Glas por el caso Odebrecht era “arbitraria, inconstitucional e ilegal”. Por eso, interpuso un hábeas corpus y solicitó a jueces de la Corte Nacional que dispongan su liberación. Sin embargo, esa solicitud fue negada el 15 de octubre de ese año. 

Luego, el 25 de octubre del 2018, un juez de garantías penales de Latacunga rechazó un segundo pedido de Glas.  

En esa ocasión, los abogados del exvicepresidente indicaron que su cliente padece de una gastritis crónica y de hipertensión. El objetivo del recurso legal fue el traslado de Glas desde la cárcel de Cotopaxi a la Cárcel 4 de Quito.  

Sin embrago el juez rechazó el pedido, pues aseguró que el exfuncionario no ha sido sometido a tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes, que se le han realizado chequeos médicos y que no se comprobó una “vulneración del derecho constitucional a la vida ni a la integridad física”.  

La defensa de Glas volvió a insistir en el cambio de prisión en noviembre del 2018. En esa ocasión, señaló que la cárcel de Cotopaxi tenía falencias en el suministro de agua y que no existía una correcta recolección de la basura.  

Sin embargo, la Sala Penal de Cotopaxi negó el pedido de hábeas corpus el 6 de diciembre del 2018. Los magistrados dispusieron que el Municipio de Latacunga, en coordinación con la dirección de la cárcel, garanticen la provisión de agua potable. También dispusieron que se realice a diario la recolección de los desechos.  

Un cuarto pedido de hábeas corpus se negó el 19 de junio del 2020. El riesgo de contagio de covid-19 y “un crítico estado de salud” fueron los argumentos que presentó ante el juez para alcanzar su libertad.  

En una audiencia, el magistrado ordenó que se conforme un equipo técnico para que evalúe las condiciones sanitarias en las que se encuentra recluido Glas. Luego de conocer los resultados de ese estudio, el juez descartó que la vida del sentenciado esté en riesgo.  

En la mayoría de los pedidos, Glas argumentó problemas en su salud y bienestar físico, sin embargo, en el último pedido, que sí fue concedido, también incluyó afectaciones psicológicas. 

Por ejemplo, entre los argumentos que el abogado de Glas expuso al juez Moscoso constan los siguientes:  

  1. Alucinaciones. Médicos que lo evaluaron dijeron que el exvicepresidente veía sangre en las paredes, insectos y escuchaba voces en las noches.  
  1. Alto riesgo de suicidio. Según el relato de Glas, el 31 de diciembre del 2021 intentó quitarse la vida. “Estaba en un estado lamentable mental y depresivo, las marcas en mi brazo que me hice el 31 de diciembre (fue) porque ya no quería seguir viviendo”, dijo.  
  1. Riesgo en la cárcel. Según el exfuncionario, le habrían amenazado de muerte en 70 ocasiones y le habrían pedido USD 200 000 para evitar atentar contra su familia y su integridad sexual.  

Otros recursos utilizados  

Durante los 1 645 días que Glas estuvo detenido, él recurrió a varios recursos legales para salir de prisión. Por ejemplo, se benefició de la caducidad de la prisión preventiva, realizó apelaciones a la orden de arresto, solicitó la prelibertad y pidió la unificación de las penas. La mayoría se negaron. 

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